El silencio es una realidad ambivalente: puede ser sinónimo de paz y sabiduría, pero también de cobardía y miedo. Ante las injusticias del mundo: corrupción, ... guerras, terrorismo pasado y presente, hambre, miseria, analfabetismo... no podemos callar. Hay silencios cómplices y culpables. Es clave decir 'no' a todo lo que atenta contra la dignidad humana, y esta semana, de manera particular, ante las violencias que siguen sufriendo las mujeres ejercidas por hombres de colores políticos diferentes. Son graves los asesinatos como las agresiones físicas a las mujeres, pero también exigir sumisión, insultar y despreciar, ciberacoso, vigilancia en redes sociales o mantener el control por el control... al final todo esto conlleva anular a la otra persona y dejar la autoestima por los suelos.
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