En los informativos del franquismo solo se podían escuchar las noticias que daban «los partes» oficiales. No obstante, en el interior de esas cárceles había ... transistores clandestinos. Así lo han contado quienes fueron presos políticos, Nicolás Sartorius en Carabanchel, y Bujanda en Pamplona. También lo había en la cárcel de Martutene. Por eso, hacia las 5.25 de la mañana del 20N de hace 50 años el preso político que escondía, como oro en paño, dicho transistor en algún recoveco su celda, golpeó con alegría la pared de su vecino de celda a la par que le decía: «Ha muerto Franco. Pasa la noticia». Ese dato se fue extendiendo de pared en pared por todas las celdas. El transistor se convirtió en aquella ocasión en un símbolo de las incipientes libertades públicas.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión