Según Eurostat, los salarios españoles subieron un 19,6% en el último lustro; un dato digno de celebrar de no ser porque la inflación subió ... un 18% en el mismo periodo. En octubre el IPC alcanzó el 3,1% a causa del encarecimiento de la luz, los vuelos internacionales y los trenes, así como de la gripe aviar, que comienza a impactar en los supermercados. Ante esto, los sindicatos reclaman a la patronal una nueva subida de sueldos para amortiguar los efectos de la inflación. No obstante, los consumidores guipuzcoanos han visto bajar el IPC del territorio en octubre del 3,3% al 3%. El Gobierno de Sánchez ha anunciado un incremento salarial para los funcionarios. Medidas positivas siempre que se acompañen de otras. El reto no se reduce a incrementar los sueldos: es necesario mejorar la calidad, productividad y eficiencia del empleo. La falta de respuesta a este y otros retos estructurales explica que España siga arrastrando un alto porcentaje de precariedad laboral y que la retribución media se sitúe un 15,3% por debajo del conjunto de países comunitarios, una brecha que sube cada año. Y es que, como no basta con imprimir más billetes cuando se desata una crisis, de poco sirve subir los salarios si los precios aumentan a la par y la productividad, en cambio, no logra seguir el ritmo.
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