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El Sociómetro foral de Gipuzkoa muestra un paisaje político de relativa estabilidad en el que la coalición PNV-PSE podría mantener el gobierno de la Diputación al colocarse a un escaño de la mayoría absoluta en las Juntas. Ese es el dato principal de una ... encuesta marcada por el continuismo, sin vuelcos espectaculares. El sondeo, al mismo tiempo, muestra un crecimiento porcentual de EH Bildu, que se afianza como la primera fuerza guipuzcoana. A su vez, el PNV sube un escaño, los socialistas y el PP mantienen sus junteros y Elkarrekin Podemos baja dos procuradores. Los morados aún no han zanjado una crisis que la izquierda independentista parece que sigue rentabilizando.
La cuestión de la gobernabilidad en Gipuzkoa sigue atrapada por una elevada fragmentación; por un lado, por una ascendente EH Bildu, cuya hegemonía en Gipuzkoa parece inmune al desgaste, y que sigue con la inercia de la ola de despegue de las últimas elecciones municipales y forales. No obstante, aunque la izquierda independentista gana, no tiene capacidad de maniobra para tejer mayorías más sólidas y debería preguntarse cuáles son las razones estructurales a las que se enfrenta para poder gobernar con aliados, sin recurrir a la pataleta infantil. La falta de autocrítica sobre el pasado del terrorismo no debería obviarse en este análisis. La Diputación también puede extraer enseñanzas de esta radiografía del momento. El PNV obtendría un juntero más, 18 en total, que con los siete de su socio, el PSE, podría repetir un Gobierno de coalición. Seguiría sin alcanzar la mayoría absoluta y necesitaría de un socio para sacar adelante las iniciativas de la legislatura. Eider Mendoza seguiría necesitada del respaldo exterior para evitar la inestabilidad. O sea, el mismo modelo que en la actual legislatura, en donde los Presupuestos han salido al final con el apoyo del PP, lo que ha marcado un punto de inflexión. El sondeo también refleja las principales inquietudes ciudadanas; una preocupación compartida por el problema de la vivienda y por la precariedad laboral. Y una apuesta mayoritaria por la conexión de la Y ferroviaria vasca con Navarra a través de Ezkio-Itsaso. Es verdad que el estado de ánimo ha mejorado en el territorio guipuzcoano, pero, a la hora de pensar en el futuro, convendría ni exagerar el optimismo ni caer en el catastrofismo irreal. Gipuzkoa es mosaico de diversidad en el que las soluciones de consenso son lo más natural.
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