Colaboración en vez de choque
El Gobierno Vasco y la Universidad pública tienen la obligación de entenderse en favor de la financiación y gestión académica más eficientes
El choque que protagonizan el Gobierno Vasco, a través del Departamento de Ciencias, Universidades e Innovación, y el rector de la Universidad pública vasca a ... cuenta de los fondos asignados a la entidad académica debería quedarse en el terreno de las legítimas discrepancias mutuas, pero nunca convertirse en un problema que lastre la necesaria colaboración entre ambas instituciones. En favor de los nuevos licenciados sobre los que recaerá parte del futuro profesional de Euskadi y unos campus concebidos para atraer talento, el Ejecutivo de Imanol Pradales y el rectorado que encabeza Joxerramon Bengoetxea están obligados a rebajar la tensión de sus últimas declaraciones cruzadas por el reparto de partidas.
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Es responsabilidad del Gabinete PNV-PSE distribuir de la forma más ajustada, ecuánime y consensuada posible sus presupuestos, tras decidir entregar a la UPV-EHU un monto de 337 millones en 2026, un 6,3% más que este año. Mientras que la Universidad asume el compromiso de gestionarlos de la manera más eficiente, siendo consciente como el resto de organismos públicos del carácter limitado de las Cuentas, lo que exige extremar el celo en el destino de las inversiones y la prudencia en mejorar la financiación.
Lo que resulta estéril es el enconamiento de posiciones, después de que el rectorado reclamase un aumento sustancial de fondos –600 millones que absorberían casi todo el presupuesto del Departamento de Ciencia– para evitar la «parálisis» de Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad del País Vasco. Un incremento considerado desproporcionado por el consejero Juan Ignacio Pérez, rector de 2004 a 2009, que interpretó las reivindicaciones como un intento de utilizar la UPV-EHU como «ariete político». La intervención de Pradales para recalcar que la Universidad «nunca antes ha contando con tantos recursos» y la respuesta del rector para exigir «respeto institucional» revelan que la pugna aún sigue abierta.
El Presupuesto del Gobierno Vasco tiene una obvia orientación desde el mismo momento en que da prioridad a unas materias sobre otras. En este caso, coincide con las preocupaciones sociales de los vascos: sanidad, educación, seguridad, vivienda e industria. La reunión urgida por Bengoetxea al lehendakari para señalarle las necesidades de la universidad debería atajar la disputa y resolver desde las metafóricas goteras de la biblioteca del campus de Leioa hasta redoblar el apoyo a la investigación, ya en marcha.
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