Azoka, cultura entre edades

La Durangoko Azoka, el principal escaparate de la creación y la producción cultural en euskera, permitirá hasta el próximo domingo la presentación de 689 libros ... y 179 productos musicales, junto a audiovisuales, sesiones de artes escénicas y propuestas de entretenimiento. Un motivo para el encuentro entre autores y lectores, del que se disfruta en familia o entre amigos y propicia una buena parte de la facturación cultural de Euskadi. En su 58ª edición, abierta ayer con una masiva afluencia de público, los organizadores han querido dar especial protagonismo a los jóvenes y a los formatos que les son propios. La cultura depende de su participación activa, de su creatividad. También de su consumo. Es lo que le ocurre al euskera. Pero el verdadero desafío para iniciativas como la Durangoko Azoka es favorecer la transmisión y el intercambio intergeneracional. Favorecer, por ejemplo, que la tradición literaria esté presente en diálogo con las nuevas aportaciones. Porque la creación cultural y su goce no deberían prescindir ni de los antecedentes ni de las personas que empezaron a leer y a escribir en euskera a partir de 1965, con las primeras ediciones de la feria.