El acoso nos interpela a todos
Es necesaria la implicación de todos los actores que intervienen en la educación para poder erradicar el bullying en la escuela y en el deporte
El acoso a menores en el ámbito escolar vuelve a cuestionar si los controles para preservar la integridad de los niños hostigados funcionan con eficacia ... o deberían ser reforzados para evitar desenlaces trágicos como el registrado en Sevilla con el suicidio de una menor de 14 años. El caso de Sandra Peña, que se quitó la vida tras sufrir un tortuoso bullying durante un año en su colegio, pone el foco en la adecuada activación de los protocolos antiacoso en las escuelas y en la adopción de medidas inmediatas. Sin embargo, la lucha contra la violencia escolar debe tener una acción compartida de trabajo entre todas las partes que han de proteger al menor en los ámbitos en los que se le educa.
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En Gipuzkoa, la Fiscalía investiga cada mes dos casos graves de acoso escolar entre menores, y dos de cada cinco denuncias investigadas se archivan al ser menores de 14 años. Son unas cifras que obligan a reflexionar a las partes implicadas en la educación de los menores, sobre todo cuando la propia Fiscalía admite que los protocolos actuales «no acaban de solucionar el problema». Ante esta radiografía del bullying es más que necesario reforzar el sistema de protección y estrechar el control de toda la estructura educativo, de las familias, así como de los estamentos judiciales
Educar en el respeto es la base para cimentar un ambiente que proteja a los menores de cualquier tipo de vulneración en su entorno más cercano, incluido el deportivo. En este sentido, desde hace tres años este periódico impulsa la campaña Kirolean Errespetuz por el respeto en el deporte, y esta temporada también incide en la participación de los pequeños en las diferentes disciplinas.
En esta línea también se ha enrolado el Añorga Kultur eta Kirol Elkartea al impulsar una iniciativa que busca erradicar los malos comportamientos y fomentar un entorno seguro. El club donostiarra, en aplicación de la ley de protección de la infancia, promueve unos protocolos y códigos de conducta de obligada firma y cumplimiento entre los miembros de la entidad deportiva, entre los que se encuentran jugadores, padres y monitores. Todos los actores que intervienen en la educación y desarrollo del menor deben aunar esfuerzos para que se erradiquen todo tipo de comportamientos que violenten o vulneren al menor en su entorno educativo o deportivo y que todos los protocolos aplicados sean eficaces.
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