No hay que llorar... que la vida es un Carnaval

El compositor Victor Daniel dio con la tecla correcta al escoger la letra de la canción 'La vida es un carnaval', cantada por la artista Celia Cruz por primera vez en 1998. No fue la típica canción del verano que luego desaparecería, al contrario, se ha mantenido durante todos estos años pudiéndose escuchar en cualquier lugar y a cualquier hora. Estos días, más si cabe.

Errenteria no abrió este jueves su particular Carnaval al ritmo de esta reconocida composición, pero los numerosos ciudadanos que se agolparon por la tarde en la Herriko Plaza cuando cayó el sol, así como las cuadrillas de Azeriko, recordaron que 'no hay que llorar, que la vida es un carnaval y las penas se van cantando'.

«Había muchas ganas de vivirlo de nuevo», coincidían dos jóvenes al recordar que las últimas ediciones tuvieron que adaptarse a la situación pandémica. Esta vez no, afortunadamente. Con un programa de lo más variado, el día inaugural fue gordo, como el mismo día lo indicaba. La banda municipal de txistularis recorrió las calles por la mañana para ir calentando motores y después lo hizo la txaranga Gautxori.

Pasaban las 19.00 horas de la tarde cuando en dos rincones del municipio, plaza Xabier Olaskoaga (Niessen) y calle Juan de Olazábal, revivían la típica Azeri Dantza, un baile que había pasado a un segundo plano en tiempos de pandemia. Las distintas cuadrillas, entre ellas la de Herri Arte Eskola (alumnos de euskal dantza, grupo de padres, banda de txistularis y el grupo de trikitilaris) y la de Ereintza Dantza Taldea, lo pusieron todo para dar lo mejor de sí. Unos por un lado, otros por el otro, cada uno a su ritmo. Eso sí, para las 19.45 horas estaban citados en la plaza del Ayuntamiento, donde esperaban un gran número de familias, para darle ahora sí la mejor bienvenida posible al Carnaval.

No podía faltar el más mínimo detalle, el inicio de la fiesta debía ser de lo más completo. Se sumaron un año más los personajes Asteme, Katuko y Oilarqueen, que desde el balcón del Ayuntamiento ofrecieron el pregón e invitaron a la ciudadanía «a vivir unos intensos Carnavales que todos ansiábamos desde hace tiempo».

Asimismo, les animaron a salir durante estos días vestidos con disfraces relacionados con sagas de ficción o de fantasía, tema elegido por votación para los Carnavales de 2023, haciendo un especial llamamiento a bares, comercios, cuadrillas y particulares para que luzcan su disfraz.

Tras el baile de la Azeri Dantza, la Cofradía del Tambor Amulleta, acompañado por la txaranga Gautxori, redondeó la estampa, que no fue la última del día. Todavía quedaba por descubrir la nueva piel de las comparsas en un abarrotado Lekuona.

Odissey optó por 'League of Legends', Eureka por 'Memorias de África', Txasiss por 'Candy Party', Bóveda por 'A ze banda!', Showtime por 'Marisol', Furius por 'Carnaval Vegetal', Titanes por 'Hazte con todos... ¡Pokémon!', Cocó Dance por 'Victoria Secret Fashion Show' y Lezoko Eztandak por 'Divas de la extravagancia'. El espectáculo se adelantó un día al habitual para no coincidir con el que se dará hoy en Illumbe.

Para este viernes flaco, además de los txistularis, los alumnos de los distintos colegios del municipio tendrán sus minutos de gloria por las calles del municipio, exhibiendo sus bailes y disfraces. Además, tres magos recorrerán las calles del centro.

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