Aitor Sarasua | Director del colegio Cristóbal Gamón

Errenteria

«Llegar a 50 años tiene un peso y significa que has hecho cosas bien»

–Es relativamente 'nuevo' para muchos, háblenos de su trayectoria para que le conozcan.

–Estudié en Pasaia y en Lezo. Hice Magisterio en San Sebastián y luego estuve muchos años trabajando en AEK (primero en Trintxerpe y más tarde en Errenteria). Después di el salto, me apunté en las listas y entré en Gamón hace 16 años. Coincidiendo con el nacimiento del hijo pequeño, necesitaba tener una casa cerca. Durante catorce años estuve como tutor. Luego saqué las oposiciones y desde entonces he continuado aquí. El último año había que cambiar de dirección y me presenté por pura experiencia.

–No todos los días se cumplen cincuenta años...

–Ha coincidido en nuestro primer año. Para nosotros, siendo toda la dirección nueva, es un cambio muy grande. Es un trabajo extra cumplir este número redondo, pero también te da la oportunidad de hacer un recorrido a su historia y ver cómo ha ido. En el primer acto estuvimos con antiguos profesores, agentes del barrio, de la parroquia, con el Ayuntamiento, los padres, la asociación de vecinos... Eso te da la oportunidad de conocer más. Hace 25 años se hizo una revista y ahora estamos preparando otra con el 50 aniversario.

–¿Y qué supone llegar a 50?

–Un buen motivo para sentirse orgulloso. Es un número redondo. De cara al futuro y hablando con otros profesores, 50 años significa que tiene un peso y has tenido que hacer muchas cosas bien. Da felicidad, y si hemos llegado aquí ha sido gracias a la ayuda y el trabajo de mucha gente, pero debemos mirar también a los próximos años y afrontar lo que viene con la misma ilusión.

–Se han preparado diversos actos para celebrarlo. ¿Tiene algo que decir al respecto?

–Por supuesto. Primero quiero agradecer a todos los que han colaborado y continúan colaborando firmemente en esta comisión dirigida a la celebración que pusimos en marcha desde septiembre. Estamos abiertos a cualquier propuesta. Todas las actividades que se han organizado están dirigidas al alumnado, organizadas por y para ellos mismos. El 13 de mayo tenemos una cita especial en el patio, con comida para quienes forman nuestra comunidad y la formaron hace unos años. Las entradas se pondrán a la venta a partir del 27 de mayo. El horario se sabrá más adelante y habrá diferentes menús. Esperamos que sea una gran fiesta.

–Echando la vista atrás, ¿cree que ha cambiado mucho el centro?

–Los más mayores cuentan que ha cambiado mucho, tanto en el modelo (antiguamente era el B) como por parte del alumnado y las familias. Las primeras familias eran todas de Errenteria. Hoy en día, el 20% de nuestro alumnado viene de fuera, como ocurre en otras escuelas públicas. La foto de los alumnos ha cambiado mucho en los últimos años. Se han dado cambios también en la metodología, en el propio edificio, el patio tiene cubierta...

–¿Y en cuanto a valores?

–Supongo que serán los mismos. Debería mirar los de entonces, pero yo creo que sí. Ahí tenemos claro que, por un lado, se busca el bienestar de los estudiantes, trabajadores y familias, donde estén en un lugar tranquilo. Consideramos que después de la pandemia hay que cuidar bien ese lado emocional. Por otro lado, está claro que entre nuestros valores está la igualdad entre mujeres y hombres, la coeducación, la importancia del euskera (no sólo para el aprendizaje)... son muy importantes para nosotros. Asimismo, tenemos en cuenta desarrollar al alumno como persona, ya que vivimos en Errenteria y es un municipio trabajador.

–¿Cómo cree que está la situación de la educación pública?

–La escuela pública, como todas las demás cosas públicas, atraviesa un momento delicado. Hay que hacer una apuesta firme por todo lo público y por la escuela pública. No puedo imaginar una sociedad, sin importar de dónde venga o qué nivel socioeconómico tenga, donde no disponga de una escuela pública. Lo público es una base muy importante en nuestra sociedad democrática, yo lo tengo muy claro. Hay que impulsar la escuela pública, nosotros trabajamos por ello. Creo que la Escuela Pública Vasca, junto con Osakidetza y los Servicios Sociales, son los pilares básicos que hay que apoyar y promover para garantizar la igualdad en una sociedad democrática.

–Hace poco se cerró el plazo de prematriculación. ¿Cuál es la valoración?

–Es buena. Teníamos más o menos unas expectativas y se han cumplido. La tasa de natalidad ha bajado, entonces en otro tiempo teníamos tres líneas que mantenemos a todos los niveles pero con los pequeños hemos pasado a dos líneas. La verdad es que hemos cumplido los objetivos que teníamos. Todavía son provisionales, además se ha cambiado el modelo de matriculación, entonces no sabemos qué efecto tendrá.

–En general, ¿a qué retos se enfrentan en el futuro?

–En nuestro caso, en la dirección tenemos claro que hay un nuevo curriculum que estamos aplicando este año y que en los próximos se aplicará al resto. Tenemos que implementar y explicar a las familias cómo debemos hacerlo. Desde el punto de vista tecnológico, hemos elaborado un plan de digitalización. Además, tal y como he mencionado antes, el tema del euskera es un gran reto para nosotros, tanto con el Ayuntamiento como con otros centros escolares. Esperamos darle un impulso. Todos los que formamos parte de la comunidad educativa, sea profesores, trabajadores, alumnos, padres y madres, demandan novedades y ahí también están cambiando las cosas. Tienes que buscar nuevas maneras de que los padres y madres participen y se relacionen o puedan expresar sus inquietudes. Habrá más seguro, pero esos son los más importantes.