Kilian Jornet completa en ocho días ascendiendo 177 tresmiles

Acaba de cumplir 36 años. Sus padres, relacionados con la montaña; él, guía de montaña y guarda del refugio Cap de Rec, ahora ya jubilado; y ella, profesora siempre ligada a la montaña, fueron sin duda sus precursores para llegar a donde ha llegado Kilian Jornet.

Con esos mimbres se crió en un ambiente absolutamente montañero y, como de casta la viene al galgo, Kilian mamó los Pirineos desde que comenzó a caminar. Las montañas pirenaicas fueron su salón de juegos infantiles, su patio de recreo. Se creó entre crestas y aristas, entre rocas y hierba, entre espectaculares amaneceres y plácidos atardeceres, entre lluvias y borrascas, entre el frío y el calor. Entre hielo, nieve y roca. Entre el sol y la luna…, se crió en plena naturaleza. La naturaleza pirenaica que tanto le ha enseñado y le ha llevado como hilo conductor en su vida a ser deportista de élite, como le nombraría desde 2004 el Consejo Superior de Deportes, 'deportista de alto nivel', ingresando hace diezaños en la Real Orden del Mérito Deportivo.

Esta nueva aventura que acaba de culminar ha sido para redescubrir los Pirineos, su casa desde cortísima edad. Se crió en el refugio. Con tres añitos hizo su primer tresmil, el Tuc de Molières, con cuatro ascendió su primer cuatromil, el Breithorn, con cinco coronó el Aneto. Y ya con diez había culminado la travesía de los Pirineos. Su madre, Núria Burgada, decía que: «Con año y medio era capaz de caminar siete horas. Aquello no era normal…» Con 15 años empezó a competir. Y de allí a ganarlo todo en pruebas de esquí de montaña, carreras de montaña y además realizar diversos récords de velocidad en ascensiones diversas a montañas de todo el mundo.

Como se suele decir, no hay mal que por bien no venga y quizás esta aventura nació producto de las lesiones de Kilian, como contaba tras su nueva hazaña: «Este verano no pude hacer las carreras que pensaba por lesión y quería hacer algún proyecto. Me volvió la idea de poder enlazar las cimas principales de los Pirineos y mandé un mensaje a un par de amigos guardas de refugio a ver qué pensaban de ello, y así nació la idea».

El pasado 2 de octubre, y después de recuperarse de sus lesiones, comenzó andando y/o corriendo Kilian su particular travesía en la falda del pico Frondella en Sallent de Gállego al reencuentro de los Pirineos de su infancia.

Jornet no ha estado solo. Ha habido mucha gente a su alrededor apoyándole, los que le han ayudado a diseñar el recorrido, acompañándole en algún tramo de su largo periplo pirenaico... Hay mucha gente a la que agradece su apoyo incondicional para realizar esta aventura.

El 10 de octubre culminaba su recorrido tras ascender en el Parque Natural del Alt Pirineu a la Pica d'Estats su tresmil número 177 en ocho días: «Ha sido una experiencia increíble», dijo al término de este nuevo reto. «Redescubrir así las cimas que ya no recordaba ha sido una experiencia espectacular y, por otro lado, uno de mis retos más duros».

¿Cuál será el siguiente?