Otra campaña de éxito en Perú
La historia se repite: los hermanos alaveses Iker y Eneko Pou vuelven a participar en un rescate y firman una nueva apertura de gran dificultad. Una expedición de 'Pura vida'
Después de empezar el año realizando grandes actividades los hermanos alaveses Eneko e Iker Pou, haciendo verdad ese dicho de que 'la historia se repite', ... regresaron por séptima vez a Perú.
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¿Con qué intención?, escalar su ruta número 20 de gran dificultad en las montañas andinas: «Una meta ambiciosa que consolida su incansable espíritu de aventura y exploración», comenta su oficina de Prensa, añadiendo los Pou: «Hemos querido repetir destino por una razón obvia: Estas montañas nos permiten seguir abriendo nuevas rutas e innovar, que es nuestra verdadera razón de ser en la montaña».
Y, efectivamente, la historia se repite, han vuelto a innovar con la apertura de una nueva vía de gran dificultad y que hace su número 20 alcanzando la cumbre Este del Jurau A de 5.520 metros abriendo la ruta 'Kuntur' en la región del Huayhuash en la famosa Cordillera Blanca de Perú (6c/70º/M5/1.575 m.).
Pero antes, y desgraciadamente, una vez más, la historia se repite, participaron, con éste ya es el tercero, en un rescate para intentar localizar en la montaña a tres aspirantes a guía de montaña que desaparecieron en el Artesonraju: «Nos queda la frustración de no haber podido encontrarlos... pero también el orgullo de haber estado ahí cuando más se necesitaba».
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Este grave incidente les impactó de lleno y sin duda les repercutió en sus escaladas. Ascendieron al Nevado Churup de 5.493 metros: «Era una de las pocas montañas que se ven desde Huaraz que nos quedaban por ascender», señalan los Pou llevándose una sorpresa con esta montaña: «Lo que pensamos que iba a ser un trámite para aclimatar, se convirtió en una ardua tarea por culpa de la falta de nieve y zonas mixtas. Fueron 800 m. de desnivel, unos 1.000 de recorrido, y 8-10 rápeles bien peligrosos sobre roca descompuesta... Una ascensión elegante (M5+/V+/650 m.) y comprometida que nos ha dejado muy buen sabor de boca».
Todavía arrastraban las secuelas mentales que les dejó su participación en el infructuoso rescate, cuando se enteraron de la muerte de otros amigos de Eneko e Iker en diferentes macizos montañosos de la tierra, acuciándose más si cabe ese dolor interno. Y así lo contaban tras su exitosa apertura de 'Kuntur': «Ha sido una ascensión importante, queríamos algo grande y lo hemos conseguido, pero lo más difícil ha sido superar mentalmente lo que ha supuesto primero el accidente mortal de los tres chicos que tratamos de rescatar en el Artesonraju y que no fue posible hasta casi veinte días más tarde, y después, el goteo de compañeros que han ido falleciendo en accidentes de montaña en diferentes cadenas montañosas del mundo, hasta ocho amigos... en un intervalo de apenas dos semanas y media. Estas desgracias nos han afectado profundamente y nos han lastrado anímicamente durante toda la expedición, con lo que cuando hemos logrado la cumbre y la apertura en el Jurau A, nos hemos quitado un gran peso de encima».
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Reconocen los Pou que estuvieron a punto de no lograrlo: «Mentalmente no nos sentíamos con fuerza para una actividad tan exigente y dura». Finalmente lo consiguieron: «Estamos contentos en lo deportivo y en lo humano», recordando al amigo Iñaki Ochoa de Olza, porque como dicen los Pou, esta expedición a Perú ha sido: 'Pura vida'. La historia se ha repetido.
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