El indonesio que caminó 800 kilómetros de espaldas para salvar un bosque
Medi Bastoni ha realizado esta hazaña en un mes, para concienciar al Gobierno indonesio sobre la deforestación
DV y AGENCIAS
Lunes, 26 de agosto 2019, 08:08
El indonesio Medi Bastoni logró este viernes, una proeza inverosímil: completar la ruta de casi 800 kilómetros que separan su hogar -en el este de Java- de la capital, Yakarta, en apenas algo más de un mes. Y por si eso fuera poco, lo ha hecho marcha atrás. ¿La razón? Pedir al Gobierno que ayude a conservar un bosque.
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A lo largo de la travesía, no han faltado los curiosos acompañándole al borde del camino. Incluso miembros de la organización de voluntarios Indonesian Escorting Ambulance, le han ayudado durante parte del viaje. Bastoni, de 43 años y padre de cuatro hijos, se ha mostrado infatigable y satisfecho con la atención que ha despertado al completar su objetivo.
«Estamos aquí para pedirle al Gobierno que se comprometa con la reforestación, algo que no interesa mucho. Así que tengo la esperanza que después de esto la gente se motive y participe», dijo Bastoni a Efe antes acudir al ministerio de Deportes y Juventud.
Un árbol como promesa
El activista marchó ayer los últimos kilómetros, antes de reunirse con el ministro Imam Nahrawi. Este le esperaba para recibir su petición de ayudar en la reforestación del bosque en el monte Wilis, en la provincia de Java Oriental.
En un pequeño acto público a las puertas del ministerio, el político le entregó una maceta con un árbol joven, que Bastoni llevará de vuelta a casa, y que Nahrawi calificó como «un icono para la reforestación» en Wilis. La zona se encuentra actualmente bajo un programa de recuperación, tras una serie de incendios y talas ilegales.
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«Tengo la esperanza que después de esto la gente se motive y participe»
MEDI BASTONI
Según el activista, la falta de árboles ha provocado escasez de agua durante la temporada seca, lo que a su vez ha afectado la economía de muchos de los residentes -muchos se dedican a la agricultura y a la ganadería-.
Una odisea de más de 30 días
Bastoni partió de su pueblo Dono, en Java Oriental, el 18 de julio, con ocho kilogramos de víveres en su mochila y 300.000 rupias (unos 19 euros o 21 dólares) y, sobre todo, el apoyo de su familia y vecinos. La distancia estimada por carretera es de 780 kilómetros.
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En esta ruta, ha pasado por cuatro provincias e innumerables poblaciones. Una curiosidad: el indonesio se ha ayudado de un artefacto colocado sobre sus hombros para sostener un espejo retrovisor. Esto le ha permitido sortear las accidentadas carreteras e incesante tráfico de las carreteras javanesas, a pesar de ir de espaldas.
Cada día ha encontrado el apoyo de los residentes que encontraba en el camino. Los curiosos le ofrecían alimentos, le pedían fotografiarse a su lado o le permitían dormir en mezquitas, comisarías o sus hogares, mientras documentaba su experiencia en las redes sociales.
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La fatiga y la inflación de las piernas le obligó a descansar varios días y truncó su plan de llegar a la capital antes del 17 de agosto, justo un mes después de su salida. Además, este es el Día de la Independencia de Indonesia y, cuando el presidente, Joko Widodo, recibe audiencias con ciudadanos. Sin embargo, Bastoni todavía espera poder reunirse en persona con el presidente para garantizar su apoyo a la operación de reforestación en Wilis.
La deforestación de bosque tropical primario en el país asiático se ha reducido en los últimos años tras un aumento de las políticas del Gobierno para su conservación. Pero, a pesar de ello, Indonesia fue el tercer país que más bosque tropical perdió en 2018 con 340.000 hectáreas, según World Resources Institute.
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Sin embargo, Greenpeace advierte que la reducción se debe también a factores climáticos y el precio de aceite de palma, industria que ha sido responsable en varias ocasiones de incendiar bosques y turberas -suelo rico en carbono- para ganar terreno cultivable.
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