El vertedero de Epele podrá recibir alrededor de 350.000 toneladas de residuos industriales no peligrosos
Medio Ambiente agradece a la Mancomunidad de Debagoiena su colaboración y emplaza a los vertederos públicos a remitir «en dos días» un plan para recibir residuos
La vicececonsejera de Medio Ambiente ha aprobado este lunes una resolución en la que requiere a los titulares de vertederos públicos vascos, al tiempo que agradece su disposición a colaborar, que concreten su capacidad para acoger a corto y medio plazo los residuos que numerosas empresas industriales llevaban a la instalación de Verter Recycling siniestrada el pasado 6 de febrero en Zaldibar. Estos residuos, considerados no peligrosos, deben ser trasladados a otras instalaciones disponibles de ahí que el pasado día 10, la viceconsejera, Elena Moreno, lanzara un S.O.S. para tratar de buscar una salida a la situación.
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Entre el vertedero de Zaldibar y el de Mutiloa, que cerrará sus puertas en marzo, acumulaban alrededor de un millón de toneladas de residuos industriales al año, por lo que apremia la necesidad de buscar un destino a esa basura y que las empresas vascas puedan continuar con su actividad con normalidad. Entre las opciones planteadas se buscó la posibilidad de reabrir el vertedero de Epele en Bergara, que dejó de recibir residuos en 2018. Esa escombrera, de la cual es titular la Mancomunidad de Debagoiena, expresó su disposición a analizar la solicitud que realizara Medio Ambiente, por lo que el departamento que dirige Iñaki Arriola la ha incluido en la lista de instalaciones públicas marcadas en rojo para tratar de solventar a corto plazo el embudo de los residuos industriales en Euskadi.
En una nota remitida por Medio Ambiente, se señala que «realizando distintas adaptaciones», Epele podría recibir alrededor de 350.000 toneladas de residuos industriales no peligrosos a corto o medio plazo.
Otros tres vertederos
Epele se sumaría a otros tres vertederos, Jata-Lemoiz y Artigas en Bizkaia, y Gardelegi en Álava, que también podrían recibir residuos. Sus titulares, la Diputación Foral de Bizkaia-Garbiker, en el caso vizcaíno, y el Ayuntamiento de Vitoria, en el caso alavés, han mostrado su predisposición a colaborar. Entre Jata-Lemoiz y Artigas se calcula que podrían asumir alrededor de 550.000 toneladas, mientras que Gardelegi alcanzará una capacidad de un millón de toneladas.
En su resolución firmada este lunes, la Viceconsejería de Medio Ambiente agradece «la colaboración ofertada», así como el «esfuerzo realizado» por estas instituciones. No obstante, teniendo en cuenta las necesidades urgentes, les requiere a que en el plazo de dos días remitan un «compromiso fehaciente», suscrito por el órgano competente, que precise su compromiso, detallando la capacidad de sus vasos de vertido para la recepción inmediata de vertidos, la capacidad a corto y medio plazo, el tiempo necesario para acometer las obras que se precisen, y el flujo habitual de residuos que vienen recibiendo.
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Solo residuos no peligrosos
El Departamento de Medio Ambiente ha precisado que los residuos a trasladar a esos vertederos «son única y exclusivamente los residuos no peligrosos que empresas y gestores venían depositando en Zaldibar y ya no pueden hacerlo al haber quedado inutilizadas las instalaciones por el deslizamiento del 6 de febrero. Y que los residuos que allí se depositen lo harán atendiendo a la autorización ambiental de que disponen dichos vertederos y a su plan de explotación aprobado». La Mancomunidad de Debagoiena ya advirtió que no recibiría «en ningún caso» residuos con amianto o materiales peligrosos como los que se han encontrado en Zaldibar.
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