«Vamos a llegar a Ordizia después de un retraso de 12 horas en aeropuertos»

Tenían previsto para las 16.00 horas un vuelo directo desde la terminal alemana al aeropuerto de Loiu. La razón del viaje era especial para ambos. Disfrutar de las fiestas de Ordizia y llegar a tiempo para ver la tradicional velada de boxeo que se celebra todos los años en el municipio goierritarra. Para su sorpresa, Ander y Maddi se encontraron una situación inédita en el aeropuerto de Fráncfort, uno de los más grandes de Alemania.

«Hemos llegado sin tener ni idea de lo de Microsoft. Trabajé de noche y he venido según me he despertado directo al aeropuerto. No nos han aceptado el billete y nos han dicho que el vuelo estaba cancelado», relataba Bricio con evidente indignación. «Hemos tenido que hacer cola durante un buen rato entre todas las personas que se han acumulado para reclamar sus billetes», expresaba el ordiziarra.

La solución ofrecida por la aerolínea Lufthansa no fue del todo perjudicial para ellos. «Dentro de lo que cabe, hemos salvado la situación. Nos han compensado con un vuelo a Bilbao con escala de dos horas en Amsterdam, pero para esta misma tarde», declaraba Bricio con cierto alivio. Este nuevo itinerario permitió a los ordiziarras disfrutar en parte de sus fiestas, aunque Ander tuvo que renunciar a la velada de boxeo. «No creo que llegue. Me da pena porque peleaban varios amigos míos», aseguraba por la tarde el joven. Ander y Maddi pudieron llegar para el arranque de las fiestas de Santa Ana de Ordizia, pero otros usuarios del aeropuerto de Fráncfort no tuvieron esa suerte y tuvieron que aplazar sus viajes, al menos por un día. «Algunos han tenido que volar hasta Múnich para pasar la noche en un hotel y viajar desde allí mañana –por hoy–». Ander y Maddi se «consuelan» con la compensación recibida viendo la «situación de descontrol» que se encontraron a su llegada a la terminal alemana. «No nos han notificado ni por correo electrónico, y en cabina tampoco nos han querido dar ninguna explicación», protestaba Bricio, que añadía que tanto él como su pareja van a presentar «una reclamación a Lufthansa».

A pesar de la complejidad de la situación, Bricio decidió tomárselo con algo de humor. «Hemos estado de 'poteo' en el aeropuerto mientras esperábamos a que nos tramitaran los billetes nuevos. También hemos aprovechado para comer». Esta pareja goierritarra consiguió llevar con cierta gracia una tarde que provocó situaciones de tensión en muchos aeródromos del mundo. Las terminales del Adolfo Suárez Madrid-Barajas, El Prat en Barcelona y otras como Heathrow y Gatwick en Londres sufrieron retrasos y cancelaciones en varios vuelos programados para el día de ayer. El aeropuerto de Donostia también se vio afectado por la caída de Microsoft tras un apagón que deja en evidencia la dependencia tecnológica de muchos servicios tanto públicos como privados de todo el mundo.