Así se usarán los fondos de Bidegi que se derivarán a movilidad sostenible

Los fondos se destinarán, entre otras iniciativas, a financiar nuevos autobuses para Lurraldebus, al desarrollo y mejora de la red de bidegorris, a aparcamientos para bicicletas, o al despliegue de vehículos autónomos en lugares a los que no llega el transporte público. No obstante, el catálogo de posibles actuaciones no está cerrado y la Diputación aspira a recibir aportaciones de los diferentes grupos políticos representados en las Juntas Generales (el parlamento provincial).

Estos son algunos de los posibles destinos de estos recursos:

Una de las tareas pendientes de la Diputación e íntimamente ligada a la movilidad sostenible es completar la red foral de bidegorris, para la que faltan construir 152 kilómetros. Una de las primeras medidas que anunció en julio José Ignacio Asensio tras repetir como diputado de Sostenibilidad y asumir su departamento esta tarea, que en la anterior legislatura recaía en Movilidad, fue su intención de ejecutar todos los tramos pendientes de vías ciclistas proyectados en Gipuzkoa.

En la actualidad hay construidos en el territorio 241 kilómetros de bidegorris, el 55% de los 439 kilómetros previstos para toda la red básica (local y foral) contemplados en Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Gipuzkoa. De los 290 que dependen de la Diputación están en servicio 137, el 47%. La inyección de fondos procedentes de Bidegi ayudará a acelerar las inversiones comprometidas en esta materia.

La constatación de que el principal foco de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera es el transporte por carretera –sobre todo el de mercancías pero también el de pasajeros–, obliga a las instituciones a focalizar buena parte de los esfuerzos de la lucha climática en reducir los efectos perniciosos de esta actividad de la que son directamente responsables.

Un estudio de la propia Diputación de Gipuzkoa reveló que un autobús híbrido había ahorrado un 24% de gasóleo respecto a su comparable tradicional, además de haber emitido 27 toneladas menos de CO2 a la atmósfera en un año.

Zonas rurales apartadas, entornos de difícil acceso, barrios poco poblados, polígonos empresariales... Hay lugares en Gipuzkoa a los que por sus características no llega el transporte público regular. Una alternativa para dar servicio a sus habitantes o usuarios puede ser un servicio de transporte de pequeño tamaño 'a la carta' que circule en el momento en que se necesita. En esa línea Gipuzkoa trabaja en el desarrollo del vehículo autónomo sin conductor. Todavía quedan unos cuantos años para la explosión comercial a gran escala de este tipo de vehículos, pero experiencias puntuales en entornos concretos podrían empezar a operar en los próximos meses. El centro tecnológico Tecnalia, con sede en el Parque de Miramon de Donostia, es una de las entidades que investiga este campo con usos y aplicaciones prácticamente ilimitados y asegura que «es una solución que se encuentra muy cerca del mercado».