Trabajadoras de residencias de Gipuzkoa denuncian que la situación es «indecente e inhumana»

Desde el sindicato exponen que las conclusiones a las que ha llegado el informe «son extrapolables a la casi mayoría de los centros del territorio», a lo que se suma «la falta de personal en ciertas categorías», destacando, además, que en la mayoría de los geriátricos guipuzcoanos «no se ofrece un servicio de enfermería de 24 horas».

Matilde, una trabajadora de la residencia donde se llevó a cabo la inspección, ha relatado asimismo carencias de higiene y de atención. «Duchamos a los residentes un día a la semana y el resto utilizamos una toallita húmeda o una manopla para limpiarlos. Se les pasa por todo el cuerpo y tenemos que ir dándole la vuelta a la toallita, si está muy sucia, utilizamos otra. No podemos hacerlo de otra manera porque falta persona. Si les ducháramos a todos, se les juntaría el desayuno con la comida», ha expuesto.

Por otra parte, esta auxiliar de enfermería de Txara I ha querido salir al paso de las declaraciones de la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, en la que las que aseguraba que «se les ofrecía recenas» a los mayores. La trabajadora ha admitido que ese alimento se trata de «un yogur, y no para todos. Los tenemos contados».

Desde ELA reconocen que se trata de un problema «estructural» y han recordado que llevan años denunciando que «los ratios establecidos en la actualidad son insuficientes y que el número de trabajadores no es suficiente para ofrecer una atención digna a las personas usuarias».

Ante esta situación que han tildado de «insostenible», las trabajadoras de las residencias del territorio han sido claras con sus peticiones: «el incremento de las plantillas y la firma de un convenio digno» porque «cuanto mejores son las condiciones para los trabajadores, mejores serán los servicios y cuidados que puedan ofrecer a las personas usuarias de los centros residenciales».

Al respecto, desde ELA han recordado que «llevamos años» solicitando una reunión tanto con la diputada Peña como con el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, quienes «nos han ignorado completamente hasta la fecha», si bien desde el sindicato apuntan que «seguimos teniendo la mano tendida para que escuchen a las trabajadoras».