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Una taza de café cada vez más cara en Gipuzkoa
Análisis. DV recopila precios de diferentes establecimientos y localidades del territorio y observa diferencias de hasta setenta céntimos, y un precio medio de 1,70 euros
S
ervido en taza pequeña. Caliente. Con un poco de leche. El café, esa pequeña bebida que es casi como un ritual por las mañanas, que es también la excusa para el encuentro y la pausa necesaria durante el trabajo, es cada vez más caro. Pero aún así se paga porque es mucho más que un café. En el Día Mundial del Café DV ha recolectado más de un centenar de tickets de bares y cafeterías de Gipuzkoa para comprobar el precio actual de un cortado. Uno normal, sin leche de avena, soja o arroz ni servido en una terraza, que suele encarecer todavía más su precio. El resultado: 1,70 euros es lo que se paga de media en el territorio. Y es también lo que hay que desembolsar en uno de cada dos establecimientos.
Lo cierto es que cuesta, cada vez más, encontrar algún sitio en Gipuzkoa en el que pagar menos de 1,50 y eso que hasta hace no tanto era el precio estándar por esos pocos mililítros. De hecho, antes de la pandemia un cortado valía alrededor de 1,30 euros. Pero todavía, aunque son la excepción, hay algunos bares, de esos de toda la vida, en los barrios donde los precios modestos se mantienen. En Ordizia, uno, si busca, puede gastarse solo 1,25 euros, pero no es la tónica. También en San Sebastián se puede pagar 1,30 o 1,40 en barrios como Bidebieta o Intxaurrondo, pero no es lo común.
La pregunta es obligada: ¿cómo afecta al bolsillo esta subida de precios? En la cartera se nota. Puede parecer un gasto mínimo, invisible que se dice, pero si tenemos en cuenta que cada español se toma de media 562 tazas al año, según datos de la Asociación española de café, el desembolso anual ascendería a 955 euros. Un pequeño placer caro del que nadie quiere prescindir. Y ¿por qué ha subido tanto el café en los últimos años? ¿Ha tocado ya techo? Lo cierto es que hace unos meses Vietnam y Brasil, los dos mayores productores de café, redujeron su producción impulsados de alguna manera por las inclemencias del tiempo que afectaron a las cosechas y esto está repercutiendo en el precio.
De la misma manera que el coste de vida ha ido en aumento, el café y la leche también se han ido encareciendo mes a mes. La tendencia ha sido y es innegable: desde diciembre de 2020, el precio del café ha aumentado un 51%, acompañado por la leche, que se ha encarecido un 45%, según los datos del INE. El auge del precio en origen explica en parte el del cortado. En términos generales, desayunar es hoy más caro que el año pasado. El precio del café se ha disparado un 20,2%, frente al 4,3% de 2024.
De los 137 establecimientos que se han analizado de Gipuzkoa, 55 tenían un precio de entre 1,25 (solo uno) y 1,60, icluido. Es decir, en 4 de cada 10 el precio es de 1,60 euros o menos. Y en 32 bares lo han vendido por encima del 1,80, que equivale a uno de cada cuatro. Además, de los 67 locales hosteleros que se han visitado solo en San Sebastián, dos han servido un café por 1,35 y 1,30 euros. El primero fue en la Parte Vieja y el segundo, en Intxaurrondo. El cortado está caro.
De los 137 establecimientos que se han analizado de Gipuzkoa, 55 tenían un precio de entre 1,25 (solo uno) y 1,60, icluido. Es decir, en 4 de cada 10 el precio es de 1,60 euros o menos. Y en 32 bares lo han vendido por encima del 1,80, que equivale a uno de cada cuatro. Además, de los 67 locales hosteleros que se han visitado solo en San Sebastián, dos han servido un café por 1,35 y 1,30 euros. El primero fue en la Parte Vieja y el segundo, en Intxaurrondo. El cortado está caro.
Saborear un café por 1,40 o 1,50 euros no es un imposible en Gipuzkoa. Aunque sea como buscar una aguja en un pajar, ya que el precio medio de casi todas las comarcas se encuentra cerca de 1,60 euros. Los precios más bajos se han pagado en Irun (1,40-1,50 euros), Hernani (1,45) y San Sebastián (1,30) .
Si analizamos por comarcas, vemos que en Alto Deba y Alto Urola, el cortado se sirve a 1,65-1,70 euros, mientras que en Bajo Deba, concretamente en tres bares de Eibar, se ha llegado a pagar 1,80 y 1,90 euros.
Los datos, además, confirman una brecha entre localidades y barrios: mientras en Ordizia o en Intxaurrondo, en San Sebastián, se puede tomar un café por apenas 1,25 o 1,50 euros, en el centro de Donostia o en Zarautz la misma taza cuesta casi el doble. Incluso en la capital la diferencia llega a triplicarse con el récord de 4,55 euros en un establecimiento de lujo centrodel centro donostiarra.
No es de extrañar, pero en la capital guipuzcoana se han registrado los precios más altos en parte como consecuencia del turismo. El cortado medio alcanza los 1,75 euros. De hecho, 4 de cada 10 de los bares visitados tenían un precio por encima de 1,80 euros. En barrios residenciales y zonas alejadas del centro también se pagan precios elevados, lo que refleja una subida generalizada más allá de la presión turística. También es cierto que el precio varía mucho dependiendo de la calle, del tipo de establecimiento y de la demanda. De ahí que en la misma Avenida de la Libertad o en la calle Miramar, frente a la plaza Cervantes, se pueda pagar 1,80 o 1, 90 y en la calle Elkano o en la plaza Gipuzkoa dos euros.
70 céntimos de diferencia
Este alza que se ha dado en los precios en los últimos años se ha producido de manera generalizada porque en Egia, Bidebieta o Ategorrieta, donde se supone que los turistas no llegan en masa, también se han pagado cortados por 1,70 y 1,80 euros. En Txomin se está pagando un precio que ronda el 1,50 euros. Otro de los barrios más caros es Gros, con un precio medio de 1,77 euros y donde las diferencias son palpables. Se puede pagar tanto 2,20 o 2 cerca del Kursaal y 1,50 euros en Jai Alai. En cambio, en barrios como Intxaurrondo (1,60 euros de media) o la Parte Vieja (1,65) mantienen cifras más contenidas. Amara (1,68) y Egia (1,70) se sitúan en la franja intermedia, mientras que Antiguo-Igara se queda en 1,66 euros. En Amara hemos encontrado precios que van desde 1,55 hasta 1,90.
A veces basta con andar unos metros, desplazarse unas calles más lejos, para encontrar precios más asequibles o más caros. La exclusividad se paga y las vistas también. De hecho, en los establecimientos de lujo o con vistas a la bahía de la Concha es donde más cuesta un cortado. Muy por encima de los dos euros. El tope lo marca un hotel del centro: 4,55 euros por un cortado. Una cifra que habla más de exclusividad que de café.
No se quedan lejos otros dos establecimientos conocidos por sus vistas a la playa que piden 2,20 y 4 euros, respectivamente. Y es que hay que tener en cuenta que no es lo mismo tomárselo en un lugar discreto y elegante que hacerlo en un bar de barrio. De la misma manera que el precio varía y bastante en función de si es en una mesa interior o en una terraza, el tipo de leche o si lo sirven con una palmerita. De hecho, en un local de Gros la diferencia es de cuarenta céntimos si se toma en el interior o en el exterior o de treinta en el Centro. También llama la atención que en una calle se pueda pagar 2,10 y unas calles más alejadas el precio se reduzca en unos cuarenta céntimos. Porque diez céntimos arriba en una cantidad tan pequeña es muy significativa. Tampoco el precio es el mismo si es para llevar o no. En ese caso se suele pagar un extra de entre cinco y diez céntimos por consumición por el envase.
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