Tapia apunta a posibles deficiencias en la construcción como una de las causas del derrumbe de Zaldibar
La consejera se remite a un estudio geotécnico encargado a expertos que «hace hincapié» en la impermeabilización del vaso del vertedero y que ya está en poder de la Fiscalía
El derrumbe de Zaldibar pudo estar motivado, entre otras causas, por deficiencias en la construcción del vertedero. En concreto, por cómo habrían actuado las «capas ... de impermeabilización del vaso» que ejerce de «base» sobre la que se van depositando los residuos. Así lo ha apuntado este sábado la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, durante una visita a las instalaciones con motivo del aniversario de la catástrofe que acabó con la vida de dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze. La consejera ha confirmado que el vertedero será clausurado una vez se encuentren los restos del primero, cuyas labores de búsqueda continúan. A este respecto, el consejero de Seguridad y vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, ha informado de que el rastreo en la zona B4s ha finalizado sin éxito y que en marzo pasará a dos nuevas zonas, las denominadas B1b (donde se encontraba el pozo de lavado de camiones) y B1c. Erkoreka ha insistido en que encontrar los restos de Beltrán «es una prioridad» para el Ejecutivo vasco en la medida en que su familia «pueda encontrar sosiego», respondiendo de esta forma a las palabras de la abogada de la familia, Estefanía Rojo, que ha expresado su temor de que se pudiera llegar a sellar el vertedero sin haberse encontrado los restos de Beltrán.
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Tapia se ha referido, a preguntas de los periodistas, al informe pericial que encargó el propio Departamento de Medio Ambiente a un grupo de expertos en geotécnica de las universidades de Barcelona y Cantabria para analizar las posibles causas del incidente y que ya está en poder del Gobierno Vasco. La consejera ha optado por ser prudente y no ha avanzado detalles del estudio, aunque sí ha apuntado que «hace hincapié en la forma de construcción de la escombrera y la impermeabilización de su vaso». «Es un informe muy detallado, pero lo acabamos de recibir y debemos analizarlo en mayor profundidad», se ha excusado para no dar más detalles.
Hasta la fecha la principal hipótesis se centraba en la sobreexplotación de la infraestructura, que en apenas nueve años recogió los desechos industriales que tenía previstos para 35 merced a una agresiva política tarifaria que le llevó de recibir 185.000 toneladas en 2012 a más de 500.000 en 2018 y 2019. Zaldibar era el vertedero que más residuos recibía en Euskadi. La posibilidad de que además de en su gestión hubiera irregularidades en la misma construcción de las instalaciones abriría un nuevo frente en las dos las causas abiertas en los juzgados de Durango, una por homicidio imprudente y otra por los daños medioambientales ocasionados.
Tapia también ha confirmado que el informe ya ha sido remitido a la Fiscalía en la medida que puede aportar información de cara al proceso judicial iniciado contra la empresa gestora del vertedero, Verter Recycling, sobre la que el Ejecutivo autónomo descarga toda la responsabilidad de lo sucedido.
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Este periódico ya avanzó pocos días después del derrumbe que
Verter Recycling cambió la «práctica totalidad» del proyecto inicial que había conseguido la autorización del Gobierno Vasco. La gestora de la escombrera había conseguido en 2007 la Autorización Ambiental Integrada con un informe de la ingeniería LKS, pero poco después contrató a otra firma (Geyser), que modificó casi en su «totalidad» lo realizado hasta entonces y llevó a cabo un «nuevo» estudio constructivo. Este nuevo proyecto no fue sometido a una nueva evaluación medioambiental.
Por otra parte, Tapia ha recordado que el Gobierno Vasco inició el expediente de exigencia de responsabilidad medioambiental y que se requirió a Verter Recycling para que presentara el informe de significatividad del daño ambiental generado tras el deslizamiento. El órgano ambiental ha determinado el carácter significativo de los daños ambientales sobre las aguas subterráneas, aguas superficiales y el suelo. Por lo tanto, el Gobierno Vasco ha resuelto que Verter Recycling es «responsable de los daños significativos generados por el deslizamiento en los suelos y las aguas superficiales y subterráneas de la zona» y le ha requerido la presentación de un proyecto de reparación de los daños medioambientales.
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Tapia ha visitado la escombrera junto al consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que ha explicado la situación actual del proceso de búsqueda de los restos de Joaquín Beltrán. El vicelehendakari ha adelantado que tras finalizar sin éxito los rastreos en estas zonas, el próximo objetivo son las zonas B1b y B1c, donde se empezará a actuar en marzo una vez se acondicione el terreno.
«Firme esperanza»
Erkoreka ha mostrado su «firme esperanza» de encontrar al operario desaparecido en estas áreas, ya que el equipo de trabajo entiende que es el lugar en el que pudiera estar en el caso de que se hubiera movido hacia la zona en la que estaba Alberto Sololuze.
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En cualquier caso, si no fuera así, el personal experto ha recomendado abordar una zona de búsqueda más en la zona alta de la B4s, adonde se dirigirían los trabajos en abril.
Los representantes del Gobierno Vasco han recordado que se han excavado ya 525.000 metros cúbicos de residuos del vertedero de Zaldibar, de los que 372.038 se han rastrillado y cribado para la búsqueda de Joaquín Beltrán. Tapia ha puesto en valor que se trabaja «todos los días», como demuestra que solo se haya parado cinco días: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, y un día de septiembre por las fuertes lluvias que desaconsejaban actuar en la zona por motivos de seguridad.
Durante este tiempo se han instalado más de 140.000 m2 de láminas de geosintéticos, se han ejecutado 2.500 metros de carril hincado, se han dedicado 24.500 horas de retroexcavadora, 15.000 horas de vehículos extraviales, 4.900 horas de maquinaria de compactación, 75.000 horas de mano de obra y 19.500 horas de ingeniería.
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De este modo, el ritmo de trabajo se mantiene diariamente constante, y de media se movilizan 5.000 metros cúbicos de residuos al día, de los cuales 1.200 corresponden al operativo de búsqueda.
Respecto a las medidas de urgencia, se ha estabilizado también la masa deslizada, se ha comenzado con el sellado de las zonas superiores (6 y 9), se ha dado por controlada la calidad del aire desde el mes de diciembre y se han ejecutado dos depósitos de seguridad impermeabilizados que, una vez finalice la búsqueda, quedarán sellados.
Por último, Tapia ha confirmado que la mayoría de los residuos que hasta el año pasado se vertían en Zaldibar y Mutiloa (cerrado en marzo al llegar al límite de su capacidad) se siguen vertiendo en la decena de vertederos industriales que siguen abiertos en Euskadi. De los 1,6 millones de toneladas gestionadas en 2020, apenas 46.000 se exportaron a vertederos de Cantabria y 34.000 a La Rioja, sobre todo en los primeros momentos que siguieron al derrumbe.
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