Susto por un marrajo en la bahía
Búsqueda. Prohíben unas horas el baño en la bahía de La Concha tras el supuesto avistamiento en el agua de un escualo, que después del pertinente rastreo no fue localizado. La semana pasada fue pescado uno en La Zurriola
PAULA SOROETA
Martes, 11 de agosto 2020
«¡Un tiburón en La Concha!», fue el mensaje que se viralizó ayer tarde y que obligó a movilizar a socorristas, guardia municipal y hasta la Guardia Civil en la bahía. El supuesto avistamiento de un marrajo, especie habitual en aguas guipuzcoanas aunque no dentro de la bahía, claro, obligó a levantar la bandera roja, esta vez no por aforo lleno –ayer no fue un día soleado– sino para prohibir el baño. El susto se quedó en eso, porque después de horas de rastreo por mar y tierra no hubo rastro del escualo.
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La semana pasada un pescador donostiarra pescó en la zona de La Zurriola un marrajo que picó el anzuelo de su caña. Consiguió sacarselo y devolvió el escualo al agua.
La tranquilidad en la bahía, tanto en las playas de La Concha y Ondarreta como en la isla, se interrumpió sobre las tres de la tarde, según un socorrista que presta servicio en los arenales. A esa hora, dos más tarde según fuentes municipales, algunos usuarios aseguraron haber visto «la aleta de un tiburón» en Ondarreta, y dieron aviso a los socorristas. «Cuando nos han avisado hemos puesto bandera roja en toda la bahía y hemos sacado a toda la gente como hemos podido, con la ayuda de la Guardia Municipal», señalaba Asier Álvarez, que trabaja en La Concha.
Fueron los propios socorristas de la playa de Ondarreta los que alertaron a la Guardia Municipal del avistamiento. Según fuentes del Ayuntamiento, casualmente, una patrullera de la Guardia Civil se encontraba en ese momento en aguas de la bahía, por lo que la Policía local les trasladó la situación y efectuaron un rastreo durante varias horas para intentar localizar al animal. Se pusieron en contacto con el Aquarium para que un experto les acompañara en la búsqueda y catalogara al escualo en caso de avistarlo, indicaron fuentes del instituto armado. Pero la búsqueda no obtuvo resultados, y lo que sobre las 18.30 horas el baño fue de nuevo permitido, al considerar que no había peligro para los bañistas.
Una zodiac de la Guardia Civil que estaba en la bahía rastreó la zona, pero no localizó al animal
Los bañistas alertaron a los socorristas al creer haber visto «la aleta de un tiburón» en Ondarreta
Aunque la tarde de ayer no fue muy soleada, las playas estaban bastante concurridas, debido al calor y a la humedad, que invitaban a darse un chapuzón. Pero se quedaron con las ganas. Algunos, sin enterarse de lo ocurrido, se metían en el agua, pero los socorristas desalojaron a varios bañistas con un toque de silbato, y tuvieron que explicar lo que ocurría a algún turista extranjero que no hablaba el idioma y no entendía qué pasaba. «Nos acabamos de enterar, habíamos venido a nadar un poco y hemos visto la bandera roja, no tenemos ni idea de lo que ha pasado, hemos visto al socorrista decir que se trata de un tiburón», contaban dos bañistas que no llegaron a meterse en el agua.
Otra usuaria de la playa comentaba que «he venido con mi hija para que se diera un baño y he visto que no se podía meter en el agua, me ha extrañado un montón porque he visto que el mar estaba muy calmado. Cuando he visto la bandera roja, pensaba que era por aguas fecales como ha sucedido en otras ocasiones, pero no por esto». Igual de despistado estaba otro usuario de La Concha que se quedó sin chapuzón: «No tengo ni idea de lo que ha pasado, he visto la bandera roja y solo sé que no nos dejan bañarnos, nada más».
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El avistamiento quedó en presunto, y en un susto para aquellos que vieron o creyeron ver esa aleta de marrajo, una especie de tiburón pequeño que es habitual de las aguas vascas, –se pescan toneladas al año– y alguno de cuyos ejemplares ya se ha dejado ver por la bahía en alguna ocasión.
El marrajo, según especialistas consultados en anteriores avistamientos, es un escualo que no es agresivo y que no ataca nunca a las personas. El ejemplar avistado supuestamente este lunes podría ser una tintorera, una especie de tiburón que acostumbra a moverse entre los 60 y 300 metros de profundidad, aunque también podemos encontrarlo excepcionalmente en profundidades inferiores o superiores, como sería el caso.
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El cuerpo de la tintorera es alargado, azulado y con el hocico también estirado y en forma de cono. Tiene cinco hendiduras branquiales cortas, con aletas pectorales largas y los ojos son grandes y redondeados. Los dientes de la tintorera son altos, estrechos y ligeramente curvados, en forma triangular y con los márgenes serrados. Suficientes para dar la señal de alerta cuando se acerca a zonas con bañistas, como ha sido el caso de la bahía de San Sebastián. Su coloración es muy característica, tienen el dorso de color azul oscuro, azul más claro en los lados y el vientre de color blanco.
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