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Martin y Ana, y Rosa.
Ola de calor

«No sabíamos que fuera un refugio climático, pero hay sombra»

Zonas frescas. Los municipios de Gipuzkoa tienen registrados más de 200 espacios catalogados como refugios climáticos para escapar de altas temperaturas como las de ayer

Naroa Izagirre

Sábado, 9 de agosto 2025, 00:15

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La plaza Alondegia, el palacio de Aranburu, parques como Zumardiaundia y Zabalarreta, incluso el polideportivo de Usabal son solo algunos de los diecisiete espacios catalogados como refugios climáticos por el Ayuntamiento de Tolosa. Algunos son parques al aire libre, pero también se incluyen edificios públicos que deben estar abiertos al público durante un horario determinado y que deben garantizar una temperatura fresca para refugiarse de las altas temperaturas cuando se suceden varias jornadas con máximas por encima de los 30 grados, como lleva varios días ocurriendo en el interior de Gipuzkoa. En todo el territorio, los municipios declaran contar con cerca de 200 refugios climáticos, de los que 90 se concentran en Donostia.

Martin y Ana, ambos de 80 años, pasan la mañana sentados en el primer banco que se encuentra al inicio del parque de Zumardiandia, uno de los espacios verdes más grandes de Tolosa, situado junto al cauce del río Zelai. Es uno de los 'refugios' que el consistorio tolosarra define como propicios para evitar las altas temperaturas.

«La verdad es que no sabíamos que esto fuera un refugio climático, pero la sombra se agradece igualmente. Pasamos las mañanas bajo el árbol, sentados en este banco, al disfrute del aire fresco que pasa de vez en cuando», confiesa el matrimonio. «No nos gusta el calor, por eso aquí estamos muy bien», añade Ana mientras le coloca el bastón a su marido, Martin.

Rosa, 73 años (Tolosa)

«Deberíamos conservar estas zonas naturales como algo preciado. A mí me encanta venir al parque con mi perro Urki»

A pocos metros de allí se encuentra Fernando, jubilado tolosarra que a sus 75 años sigue con su «rutina personal» para lidiar con los casi 30 grados que marca el termómetro en ese momento. «En los días de calor mi rutina es sencilla. Paso la mañana por aquí, paseando por lo verde y, a la tarde en cambio, no salgo, me quedo en casa», afirma. Su amigo Hilario también prefiere la sombra en estos días tan calurosos. «No me gusta nada el sol ni el bochorno que se genera, soy más de pasar estos días en la sombra, tranquilo, y con una botella de agua fresca en la mano».

Ana, 80 años (Tolosa)

«Aquí en la sombra se está muy bien, pero con que te pongas un rato al sol ya te entra el bochorno. Hay días que se nota más»

«Por el perro». Rosa tiene claro que un parque con árboles y buena sombra es el mejor lugar para pasear con su perro Urki en estos días abrasadores. «Vengo sobre todo para que Urki se meta al río», aunque aprovecha para «darnos un paseo por las sombras que esconde esta zona natural. Tenemos la suerte de tener este pequeño río al lado del parque, en el que se bañan tanto los niños como los perros», afirma esta tolosarra de 73 años.

Una serie de requisitos

Gipuzkoa cuenta aproximadamente con 200 refugios climáticos urbanos que están identificados como tales en las redes que distintos ayuntamientos del territorio han elaborado y tienen a disposición de la ciudadanía en sus respectivas páginas web. San Sebastián es el municipio con más puntos que han sido denominados de esta manera con 90: 37 de ellos son interiores y 53 exteriores. Irun con 31, Hernani con 23, Pasaia con 19 y Tolosa y Bergara con 17 son otros ejemplos de localidades que han diseñado un amplio dispositivo de refugios climáticos.

Fernando, 75 años (Tolosa)

«Mi rutina es sencilla. A la mañana paseo por las zonas verdes del parque. Por la tarde, en cambio, me quedo en casa»

Estos servicios, que sirven para que el ciudadano pueda esconderse del calor y no poner en riesgo su salud exponiéndose a las temperaturas elevadas, deben cumplir con una serie de requisitos para ser nombrados refugios climáticos. Según señala Greenpeace, tienen que ser gratuitos, accesibles para las personas con movilidad reducida o discapacidad, contar con un horario amplio y estar identificado que es precisamente un refugio climático.

Más allá de que cualquier parque a la sombra puede ser un sitio en el que resguardarse del calor, los ayuntamientos también ofrecen información adicional sobre los servicios que ofrecen los refugios climáticos. Es el caso de Tolosa, que en su mapa tiene incluida la señalética sobre en qué lugares hay fuentes para beber agua y refrescarse, baños públicos o bancos para sentarse. Azkoitia o Arrasate también cuentan con zonas específicas que han sido etiquetadas como refugios, como el de Jausoro en la localidad urolatarra o los parques de agua en el caso segundo.

Entre los refugios climáticos en interiores, muchos corresponden a polideportivos municipales, casas de cultura o bibliotecas. Incluso centros comerciales.

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