La ansiada lluvia llega para aliviar el estado de los embalses de Gipuzkoa

Si bien el mes de enero tuvo un comportamiento más generoso recogiéndose 253 litros por metro cuadrado, un 12% más de la media fijada en 227, febrero y marzo marcaron una línea descendente que preocupa a los expertos. El bajón de precipitaciones de febrero fue de un 69%, con unos escasísimos 58 litros frente a los 185 de promedio. La misma tendencia se reflejó en marzo, donde el descenso fue del 44%, pasándose de los habituales 186 l/m2 a tan solo 105. De esta forma, el resultado global del primer trimestre ha mostrado un descenso del 30%, reduciéndose el promedio de casi 600 l/m2 a 416.

La sequía se está haciendo presente en todo el Estado, propiciando una ingente cantidad de incendios y extendiendo la preocupación por su incidencia en la agricultura y la ganadería. Expertos en el cambio climático avisan también de su incidencia en las precipitaciones y las temperaturas medias tanto terrestres como marinas, con el consiguiente riesgo de modificaciones sustanciales en las especies.

Los embalses vascos se encuentran al 76,2% de su capacidad, ocho puntos por debajo de la media de los últimos diez años. En el caso del Añarbe este descenso ha sido más suave. El embalse se encuentra al 81,6%, dos puntos por encima de los datos de hace un año (79,3%), pero algo por debajo respecto a la media de los últimos cinco años, con un porcentaje del 83,8%.

Un repaso por las principales fuentes de suministro de Gipuzkoa ofrece resultados también preocupantes. Urkulu, en Aretxabaleta, es quizá el caso más llamativo, encontrándose en alerta al 68,42% de su capacidad, treinta y un puntos menos que el año pasado. Pero también Aixola (91,20% frente al 100%), Ibai-Eder (86,04% frente a 95% en 2022) o Ibiur (71,67% contra 99%) muestran esa tendencia descendente generalizada. Lareo, por su parte, se encuentra en estado de emergencia aunque su capacidad esté 'solo' un 7% por debajo respecto al año anterior (73,26% respecto a 80,18%).

Según Aguas del Añarbe el mes de abril se ha iniciado con luces y sombras. Aunque empezó con abundantes precipitaciones, recogiéndose 69,4 l/m2 en los tres primeros días, en los siguientes solo ha llovido 0,2 l/m2 más. Ampliando la visión, teniendo en cuenta que han transcurrido doce días, las lluvias de este mes, que suman 69,6 l/m2, están dentro de la media mensual de 190 litros.

Parece que se anuncian unos días próximos más favorables a las lluvias, lo que observan con esperanza desde muchos terrenos: los profesionales de Aguas del Añarbe, la gente del campo, y también los montañeros y aficionados a las setas que miran con preocupación la sequedad de las tierras. Unos días de lluvia serán sin duda bienvenidos.