«Estamos preocupados, no queremos irnos de aquí»
Familias y usuarios del centro residencial donostiarra manifiestan su inquietud con el cambio previsto para finales de este año
La remodelación del edificio de Txara I, en el barrio donostiarra de Intxaurrondo, ha causado «preocupación» en muchas familias y en los propios usuarios, que ... no ven con buenos ojos el cambio. Otros se resignan. A las puertas de esta residencia, el trasiego de familias que acompañaban como cada día a su aita, ama o hermana era constante ayer por la mañana. «Nos han dicho que mientras duren las obras, nos van a mandar a otro sitio», comentaba Félix Garzón, de 96 años, a las puertas del centro. Este donostiarra camina despacio ayudado de su bastón mientras cuenta que lleva «un año» en esta residencia y su valoración general es que «estoy bien aquí. Lo de la obra me preocupa. Dicen que van a hacer todo nuevo...», afirma a modo de consuelo. Aunque «me gustaría irme con los compañeros de aquí», añade.
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María Nieto Usuaria
«No me quiero ir de aquí, hay calles, tiendas, bares... ¿en el monte qué voy a hacer? ¿Y cómo van a venir a visitarme hasta allí?»
El proyecto de remodelación empezará a tomar forma en los meses siguientes pero no verá la luz hasta los próximos dos años aproximadamente. Mientras, más de un centenar de personas mayores tendrán que realizar la 'mudanza' a un lugar que, en general, no convence demasiado. «Estoy preocupada porque yo no quiero ir a Zizurkil, al monte. En el verano es muy bonito pero allá no tienes ni bares, tiendas, calles, ni nada», explica María Nieto, agarrada a su perro Santi.
Esta mujer lleva un año y medio en el centro pero ya está más que acostumbrada al entorno. Su hijo adelanta que «queremos hablar con la directora para ver las opciones que tenemos y si pueden dejarla por aquí porque si no la logística se complica depende de dónde vivas», señala este hombre, que junto a su otro hermano visitan a su madre a diario. También suele recibir la visita de una amiga pero «ya me ha dicho que no va a poder ir hasta allí si me cambian de sitio». María se une a la queja y se pregunta si «estar empadronado en Donostia y haber vivido aquí toda la vida no cuenta». Otra usuaria, Ramona, tampoco está especialmente ilusionada con el cambio que lleva escuchando «desde hace cuatro años, cuando entré en Txara I». Otras familias, como la de Rosi, Ismael y Nagore, se muestran más comprensivas.
Ane Fraile Trabajadora
«Hace unos 20 días nos confirmaron que nos íbamos a Fraisoro. Todos los cambios cuestan, aquí está todo muy a mano»
Por su parte, Agus Rodríguez visita todos los días a su madre y afirma que, con el cambio, le va a resultar muy complicado seguir haciéndolo por lo que valora cambiarla de centro. Entre los trabajadores también ronda la «preocupación» porque «todos los cambios cuestan. Además ahora tenemos todo muy a mano y la mayoría no tiene coche, aunque nos han dicho que nos van a poner autobuses», describe Ane Fraile, que explica que se enteraron del traslado a Fraisoro «hace unos 20 días». «Algunas familias ya han pedido traslados a otros centros, lo que no saben es cómo se va a gestionar, si les van a dar prioridad... Porque en todas las residencias hay listas de espera».
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