La pobreza severa aumenta en Euskadi
El número de personas en esta difícil situación económica creció en 4.300 el pasado año en el País Vasco y alcanza a un 4% de la población
El número de personas que se hallan en situación de pobreza severa en el País Vasco aumentó el año pasado en 4.300 con ... respecto al anterior, hasta situarse en 88.679. Pese a este aumento, la Comunidad Autónoma Vasca registra la cifra más baja de ciudadanos en esta situación en toda España. Si en el conjunto del país el 10,2% de la población sufre pobreza severa, en Euskadi este porcentaje desciende hasta el 4%, muy lejos del 20,5% de Melilla y el 16,8% de Canarias.
Estas cifras varían si se tienen en cuenta los ingresos de las diferentes comunidades autónomas, porque «no es lo mismo vivir con 500 euros en Extremadura, donde el costo de la vida es más bajo, que hacerlo en el País Vasco, donde las cosas son mucho más caras». Este es el llamado umbral regional, «que tiende a reducir la pobreza en las zonas más desfavorecidas y a incrementarlas en aquellas con mejor situación, lo que transmite una visión más igualitaria que no se corresponde exactamente con la realidad». Desde este punto de vista, el escenario empeora en Euskadi, que se convierte en la comunidad donde en 2021 aumentó más la población en pobreza severa, con un incremento del 5,4%. Con este sistema de cómputo, en vez de 88.679 personas en pésima situación económica habría que hablar de 207.246, un 9,4% de la población vasca.
LAS CIFRAS
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88.679 ciudadanos vascos se hallaban en 2021 en estado de pobreza severa.
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147,6% es el nivel de cobertura de la prestación de la RMI en la Comunidad Autónoma Vasca.
Estos datos se hallan reflejados en el informe 'El mapa de la pobreza severa en España', elaborado por la Red europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social en el Estado español. En el estudio se indica que «para 2021, el umbral de renta para considerar que un hogar está en pobreza severa es de 6.357 euros por unidad de consumo al año; es decir, cada persona debe sobrevivir con menos de 278 euros mensuales para el caso de una familia con dos adultos y dos menores, y con menos de 530 euros mensuales si vive sola». Esta exigencia, añade, «es prácticamente imposible de mantener, y la principal dificultad de las personas en pobreza severa es gestionar la necesidad permanente de escoger, de hacer una gradación entre urgencias indispensables; entre comida y calor, entre cultura y pañales, entre ordenador y zapatos».
El informe analiza los sistemas de protección de los 4,8 millones de personas que permanecen en España en pobreza severa. En este aspecto, la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra ocupan el primero y el segundo lugar en cuanto a cobertura para este sector de la población. Solo estos dos territorios «cubren a todas sus personas en pobreza severa y, también, a algunas personas en riesgo de pobreza», lo que explica que sus porcentajes de cobertura sean del 147,6% y del 113,9%, respectivamente.
Con datos de 2020, el estudio revela que ese año hubo en Euskadi 123.050 perceptores de la Renta Mínima de Inserción (RMI) que percibieron al mes una cuantía mínima de 693,7 euros y máxima de 985,4. El importe medio anual por perceptor ascendió a 3.565 euros. Y si se analiza la cobertura por el Ingreso Mínimo Vital (IMV), Euskadi vuelve a liderar la cobertura, con un 46,18% y Navarra le sigue con un 34,5%. En la comunidad vasca 40.951 personas se beneficiaron en 2021 de esta prestación. «País Vasco y Navarra, que se caracterizan por sus bajos porcentajes de pobreza severa, poseen las coberturas máximas, tanto en el IMV como la RMI».
Impacto de la pandemia
El estudio refleja el impacto real que tuvo la pandemia del Covid entre la población en pobreza severa. Para el 2021 unos 4,8 millones de personas vivían en esta situación; 317.000 más que antes de que se desatase la crisis sanitaria. Sin embargo, recalca que «la incidencia de la pobreza severa no ha cesado de aumentar desde 2018, lo que supone la consolidación de una bolsa de pobreza severa superior a la existente antes de la crisis económica de 2008. Se decía que la Covid-19 había fulminado el progreso de décadas en la lucha contra la pobreza extrema, pero este proceso se había iniciado ya antes de la aparición de la alerta».
En cuanto al perfil de las personas que se encuentran en situación de pobreza severa, el 68,3% son de nacionalidad española y muchas de ellas han alcanzado un nivel educativo medio (53,6%) o alto (19,5%). Además, muchos de ellos tienen trabajo (14,3%) y vivienda propia (45.9%). «En otras palabras –concluyen los autores del informe–, son personas que han realizado todas aquellas acciones que la sociedad exige para tener una 'vida digna' y adecuada a los estándares sociales».
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