Los tres arcos del peaje de la N-1 realizan casi 25.000 cobros al día

Además de una justificación filosófica de establecer un sistema de 'pago por uso' para financiar carreteras, tal y como marca Europa, tenía la Diputación Foral de Gipuzkoa más de dos millones de razones para no paralizar de forma cautelar el cobro del peaje de la N-1 después de conocer la sentencia anulatoria del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). En los tres primeros meses de funcionamiento del sistema AT, los arcos inteligentes de Irun, Andoain y Etzegarate han hecho pitar la señal de identificación de matrícula y cobro automático 2.239.803 veces.

Del dato se deriva que el software implantado en los pórticos ha abierto casi 25.000 veces al día la caja registradora, con cobros que van desde los 0,56 euros -a un vehículo pesado de menos de doce toneladas a su paso por Andoain- hasta los 3,96 euros -a un tráiler de más de doce toneladas cuando atraviesa el arco de Irun-. La cifra no se corresponde con el número de camiones que han circulado en el primer trimestre del año por el eje de la N-1, ya que un mismo vehículo puede realizar más de un tránsito al día.

En ese sentido, Bidegi otorga un valor cualitativo al indicador de los trayectos, entendiendo el concepto como el viaje que realiza cada transportista por Gipuzkoa, pudiendo éste comprender solo uno de los tres tramos sujetos a peaje, dos de ellos o los tres: Astigarraga-Andoain (10,3 kilómetros), Andoain-Andoain (2,2 kilómetros) e Idiazabal-Etzegarate (7,4 kilómetros). Del 9 de enero al 9 de abril se han registrado 1.268.998 trayectos.

El departamento foral de Infraestructuras Viarias maneja precisamente ese indicador para soportar y defender que el peaje no incurre en la discriminación indirecta que le atribuye la sentencia del TSJPV. Sin llegar a desvelar el desglose de cuántos de esos trayectos son de los que atraviesan todo el territorio, ni cuál es la procedencia del transporte que lo realiza, sí que sostiene que «hay muchísimos trayectos mixtos que hacen los transportistas locales».

Así lo aseguró hace una semana la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, en una entrevista a DV en la que aseguraba que los vehículos pesados del territorio habían sido detectados en muchas rutas entre Andoain e Irun, o entre Andoain y Etzegarate, incluso en travesías completas del eje de la N-1 en el caso de camiones de compañías internacionales con sede en Gipuzkoa.

La cifra que revela cuántos de los 2,2 millones de trayectos identificados corresponden a transportistas locales que realizan itinerarios mixtos queda reservada para el Tribunal Supremo, ante el que los servicios forales preparan ya un recurso de casación. La Diputación espera que esta información sirva para demostrar que la interpretación que hace el tribunal al señalar que son los camioneros foráneos los que básicamente cruzan los dos arcos externos no se ajusta a la realidad.

Si de los datos se extraerá una primera lectura, subjetiva, sobre la existencia o ausencia de discriminación en el peaje, un segundo análisis arroja de manera más objetiva un alto grado de eficiencia en el funcionamiento de los sistemas de detección de los arcos.

Bidegi celebra que en los tres primeros meses de implantación del peaje, la cifra que engloba el fraude más otros problemas de tipo técnico del sistema AT se haya quedado en un 4,89%, lejos del 10% que había previsto en su plan económico-financiero para el primer año de la infraestructura.

Desde el 9 de enero -primer día de cobro- hasta el 9 de abril, el software del sistema AT ha detectado 24.800 pasos de camiones al día bajo los arcos. De todos ellos, un total de 3.149 tránsitos que corresponden a 182 vehículos pesados no han sido debidamente clasificados. Los técnicos de Bidegi así lo han constatado tras recibir 216 reclamaciones de usuarios, de las cuales 151 tenían razón. Fuentes de la agencia guipuzcoana de infraestructuras viarias sostienen que «estos errores se están solventando a medida que vamos alimentando la base de datos», una enorme lista que incluye ya 110.000 matrículas.

Dentro del volumen total del flujo de vehículos pesados que soporta el eje de la N-1, existen dos frentes donde los técnicos de Bidegi tratan de aplicar mejoras. Uno es el del fraude: los camiones que se marchan de Gipuzkoa sin pagar, ni permitir que se les pueda asignar ninguna forma de cobro. El otro es el de las identificaciones erróneas: los vehículos que el sistema confunde en su detección volumétrica y a los que aplica el canon indebidamente (furgonetas, por ejemplo, que no deben pagar). Sumando los dos ámbitos que aún se deben pulir, el porcentaje de ineficiencia del sistema en sus tres primeros meses ha sido del 4,89%.

El dato mejora las previsiones realizadas al vaticinar posibles fallos en el funcionamiento de los equipos y una morosidad inicial en el cobro a usuarios. Según los cálculos, el grado de ineficiencia debía ir disminuyendo desde el 10% del primer año, al 9% en el segundo, el 7,5% en el tercero, el 6% en el cuarto y el 5% para el quinto y siguientes ejercicios.

Dentro de la cifra de ineficiencia que atañe exclusivamente al fraude, la sociedad foral ya ha empezado a perseguir a los infractores, que según la Norma Foral deben registrarse en el sistema 24 horas después de haber realizado el trayecto. Pasado este periodo se empieza el trámite de intento de cobro por parte de Bidegi, aplicándose un recargo del 20% por los gastos de gestión. Si pasados dos meses desde la fecha del tránsito no se abona la deuda, la Diputación procede a la incoación del expediente sancionador y al cobro de la deuda pendiente mediante el procedimiento de apremio.

El no abono puntual supone una falta leve cuya sanción oscila entre los 150 y los 1.999 euros. En caso de reiteración, la falta se considera grave y la sanción oscila entre 2.000 y 7.999 euros. Las reiteraciones de faltas graves pueden suponer una falta muy grave con sanciones que pueden alcanzar los 150.000 euros.