Llegada del autobús a Bilbao la pasada noche. chernobil elkartea
Programa de acogida

20 niños ucranianos llegan a Gipuzkoa en el primer autobús organizado por Chernobil Elkartea

El bus partió este jueves de Polonia y llegó anoche a Euskadi

Ane Urdangarin

San Sebastián

Viernes, 15 de abril 2022

«Estamos mucho más tranquilos. Hace un mes las comunicaciones estaban totalmente interrumpidas, no sabíamos si habían destruido sus casas, si tenían comida o... si estaban vivos». Lide Álvarez, voluntaria de la asociación Chernobil Elkartea, no puede ocultar la angustia con la que han tenido que convivir desde finales de febrero las familias guipuzcoanas de los niños ucranianos que participan en el programa de acogida de la entidad, y que han sobrevivido al infierno de la guerra en una zona tomada por las tropas del Kremlin y a unos 500 kilómetros de una frontera segura. Pero la situación ha cambiado y Chernobil Elkartea ha logrado, finalmente, organizar la evacuación de algunos de estos niños y sus familias.

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El jueves partió de la ciudad polaca de Katowice el primer autobús completo compuesto por menores que forman parte del programa de acogida de la asociación. «La salida de la tropas rusas de las aldeas cercanas a Chernóbil y el restablecimiento de parte de las comunicaciones han hecho posible este hito que llevábamos semanas esperando. Alguna familia ha podido venir por su cuenta, pero no sabemos ni cómo lo han hecho», explica Álvarez dada la complejidad de la situación.

Vídeo. Algunos de los niños y sus familiares en Polonia, antes de partir hacia Euskadi Chernobil Elkartea

En el bus, que ha llegado a Bilbao poco después de la pasada medianoche, viajaban 15 niños que han pasado los últimos veranos con familias vascas y navarra, junto a miembros de sus familias, en su mayoría hermanos menores de edad, madres y abuelas. «Son menores de familias sin recursos que viven en un entorno contaminado por la radiación nuclear», recuerda la voluntaria de la asociación, que ha venido denunciando la situación de estos menores que se encontraban bloqueados entre Kiev y la zona de exclusión de Chernóbil tras la invasión rusa. En total, en el autobús viajan 15 personas adultas y 41 menores de edad.

En concreto, en el bus viajaban 20 menores con destino Gipuzkoa. De ellos, 9 han pasado algún verano en el territorio, y el resto son hermanos que viajan con ellos. El recibimiento de anoche fue «un momento muy emocionante e intenso, que esperábamos desde que comenzó la invasión rusa y que pone fin a un viaje muy duro en el que han dejado atrás el horror de la guerra», señalan desde la asociación.

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Galería. Los ocupantes del primer autobús.

La asociación está contactando con las familias de los niños en Ucrania para saber cuántos miembros viajarían a Euskadi en caso de querer salir de su país. Cuatro voluntarios de Chernobil Elkartea han viajado a Katowice con el objetivo es guiar a los menores para que alcancen la frontera de forma segura, atenderles en su llegada y organizar los autobuses. «Nosotros les vamos guiando, les decimos cómo pueden llegar a Polonia. En Katowice son acogidos por una congregación de franciscanos y, una vez completo el autobús, parte al País Vasco». La puesta en macha de este operativo ha sido posible gracias «a la experiencia y buen hacer» de la asociación Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkartea, «que cuenta con gran experiencia en la atención de personas refugiadas en la frontera».

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En Euskadi se está trabajando con las familias de acogida para ver si están en disposición de acoger a sus 'hijos' ucranianos y a sus hermanos, madre y abuelas. «Algunos dicen que sí tienen sitio en casa y otros les van a ceder su segunda vivienda. Hay casos en los que no pueden acoger a 4 ó 5 personas en casa, así que se les derivará a recursos públicos, como albergues, pero siempre con el apoyo de la asociación y de sus familias de acogida. Hay un vínculo y estarán arropados», explica Álvarez.

Para contribuir a que lleguen más autobuses

La idea de la asociación es organizar los autobuses que haga falta, «porque la incertidumbre que sigue provocando la invasión rusa y el enfrentamiento armado en Ucrania nos obliga a trabajar para ayudar a que las familias que así lo deseen puedan abandonar el país y permanecer en un lugar seguro. Nuestra intención es ofrecer la posibilidad de salir de Ucrania a todos los niños del programa y a sus familias», detalla la voluntaria. El último verano en el que se llevó a cabo el programa fueron acogidos 192 menores ucranianos.

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