José Ignacio Munilla: «Tengo la esperanza de que cuando superemos el coronavirus el mundo va a ser diferente y mejor»
José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián ·
El prelado confía en que «cuando todo pase no se vuelva a las andadas, a un planteamiento egoísta, que cada uno vaya a lo suyo»La población católica se prepara para vivir una Semana Santa en confinamiento domiciliario. Hoy, Jueves Santo, se debería celebrar la tradicional procesión de ... Segura que todos los años congrega a cientos de personas. Sin embargo, las medidas decretadas por la alarma sanitaria que ha generado el coronavirus han suspendido los actos religiosos multitudinarios y presenciales. Únicamente se celebrarán cultos privados, sin feligreses, «con el personal mínimo indispensable para sostenerlos», reconduce la diócesis guipuzcoana. El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, reivindica que esta situación imprevista es una «oportunidad para ir a lo esencial y no quedarnos en lo periférico».
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– ¿Cómo está viviendo el confinamiento?
– Lo llevo muy bien. Soy consciente del regalo que supone vivir en una catedral como el Buen Pastor, en un espacio grande.
– ¿Echa en falta algo que antes hiciera y ahora no pueda?
– Estoy centrado en mi tarea. Vivo este tiempo con intensidad y disfruto mucho porque ha surgido una oportunidad para ir a lo esencial, para dejar a un lado lo periférico. Tengo la sensación de que está siendo tan fuerte lo que ocurre, que nos está sacudiendo de tal manera, que estoy seguro de que va a haber un antes y un después del coronavirus. Confío en que cuando todo esto pase no volvamos a las andadas, a un planteamiento de vida egoísta en el que cada uno va a lo suyo. Lo que está claro es que las cosas no van a ser iguales a partir de ahora. Nos hemos dado cuenta de la gran interdependencia que existe entre todos nosotros y mantengo la esperanza de que superada la crisis el mundo va a ser un poco distinto y mejorará.
– ¿Es un primer paso el grado de solidaridad, responsabilidad y compromiso que muestra la sociedad estos días?
– Es obvio que situaciones como esta sacan a la luz lo que hay dentro de cada uno de nosotros. Cuando digo que tengo esperanza en que todo irá a mejor, es que lo veo. A veces, tenemos muchas cosas buenas y no las agradecemos. Ahora, en cambio, ahí está la reacción de agradecimiento de la gente a los sanitarios. La sociedad ha comenzado a pensar si está en su mano poder hacer algo por alguien. Se ha dado cuenta de que esto no es un 'sálvese quien pueda' y que vamos todos en el mismo barco.
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– En cambio, pesa el alto número de fallecidos, especialmente entre los más mayores.
– Para mí lo mas duro es la muerte de muchas personas en soledad y el sufrimiento de los familiares que no pueden tender una mano o acompañar en sus últimas horas a sus seres queridos. Quizá es una de las cosas más dramáticas que esté aconteciendo porque el acompañamiento en la soledad es muy importante. No hay que olvidar que en España hay más de 4.000.000 de hogares en los que solo habita una persona. Es un dato tremendo.
«Algún trabajador se ha contagiado, pero los usuarios del Hotzaldi, del Aterpe y de Izan no han sido afectados»
«El canal de Youtube por el que emitimos las misas tiene 41.500 suscriptores y el mes pasado registró un millón de visualizaciones»
«La multa fue algo anecdótico que pagaré. Ha llegado mucho dinero para hacer frente al pago, pero lo donaré»
– ¿La crisis sanitaria ha alterado su actividad diaria?
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– Una cuestión muy novedosa para mí es que hemos concentrado en la catedral la adoración perpetua, una capilla que está abierta ininterrumpidamente 24 horas, los 365 días del año. Su lugar natural es la iglesia de San Martín y entre 450 y 500 personas se alteran día y noche para estar en su interior. Ahora, somos los que estamos en el Buen Pastor los que cubrimos los turnos. A mí me toca de doce de la noche a tres de la madrugada y de seis a siete de la tarde. Poder disponer de cuatro horas de oración es un lujo.
– ¿Han surgido más frentes nuevos a los que atender?
– Si se analizase el tiempo que paso al teléfono daría el perfil de un adicto. Hay muchas cuestiones y tareas que un obispo atiende y que, en ocasiones, no son tan visibles. Sin ir más lejos, todos los días hablo con el director de Cáritas para ver cómo van las cosas. Se trata de uno de los frentes más delicados que tenemos, y aunque parezca un milagro, hemos tenido trabajadores contagiados por Covid-19, pero ningún usuario del Aterpe, del Hotzaldi o del proyecto Izan han sido afectados. También tengo contacto con los capellanes de los hospitales o de la prisión de Martutene y con los sacerdotes para tomar el pulso de las distintas realidades.
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– Por atender una de esas tareas «no visibles», fue multado durante el confinamiento por trasladar en su vehículo a una inmigrante al dentista.
– La multa fue algo anecdótico que pagaré muy gustoso de mi bolsillo. Me ha llegado mucho dinero de muchos sitios para hacer frente a ese pago, pero lo que haré con él será un donativo a las monjas de la madre Teresa de Calcuta. En cualquier caso, lo doy por bien empleado porque ha servido para enseñar a la sociedad a esas otras cosas a las que se dedica un obispo.
– ¿Las nuevas tecnologías y las redes sociales son un altavoz indispensable para la Iglesia?
– Estamos ante una oportunidad comunicativa como nunca la habíamos tenido porque el grado de conectividad es muy grande y porque la posibilidad de ser escuchado es muy superior. Diariamente emitimos una misa, tengo un programa de radio, 'Sexto Continente', que se emite los lunes y los viernes de 8 a 9 y colaboro en otros. El canal de Youtube de la diócesis, que tiene 41.500 suscriptores, el último mes ha alcanzado un millón de reproducciones. Cada día lanzamos un mensaje que alcanza fácilmente a 150.000 ó 200.000 personas. Para nosotros supone un reto de creatividad, especialmente con los más jóvenes.
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– ¿A qué se refiere?
– Estamos organizando una pascua juvenil en la página gazteliza.org para que los jóvenes puedan participar desde sus respectivos hogares como cuando lo hacen para conectarse a las clases online de sus colegios. Algo que está funcionando muy bien es un vídeo diario de cinco minutos que enviamos a todos los niños que van a hacer la primera comunión. Los padres nos trasladan que están encantados y las catequistas aprenden nuevas formas de comunicación .
– ¿Qué va a ocurrir con las comuniones?
– A las parroquias les hemos dicho que disciernan. No existe un criterio para que todas celebren la comunión en una fecha concreta. Cada vez son más las que toman la decisión, siempre en contacto con los padres, de posponer las fechas de la comunión para más adelante, quizá después del verano. Estamos atentos a cómo evolucionan las cosas y es posible que en todos los casos no se tome la misma decisión, que pueda haber matices.
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