No todas las microesferas vienen de Portugal
Es fácil diferenciar entre el pélet viejo, de tonos mates y oscuros, del que procede del 'Toconao', que aún muestra el brillo del plástico
La aparición de pélets en las playas vascas no es ninguna novedad. Desde hace años, este tipo de elementos contaminantes son una constante en las ... costas de todo el mundo. Cuando hay marea baja, en la última línea de costa se pueden localizar microesferas, que es lo que ha ocurrido estos días. Lo que sucede es que el hallazgo de estas pequeñas bolas no significa que procedan del vertido del buque 'Toconao' frente a las costas de Portugal. Son microesferas plásticas cuya presencia es muy habitual y que llegan no solo del mar sino de tierra, de los ríos que arrastran las partículas procedentes de industrias de transformación de plásticos.
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Que aparezca pélet en lugares como en la playa de La Arena, en la localidad vizcaína de Zierbena, no es extraño y, según los expertos, esto no significa que haya comenzado a llegar hasta la costa vasca la primera avanzadilla del vertido.
Distinguir lo viejo de lo nuevo, diferenciar entre lo que ya está y lo que aún no parece haber llegado, no es complicado. Es una cuestión de estética. El pélet antiguo, el que lleva años entre nosotros, es más oscuro y no tiene un color blanco tan brillante como el de las microesferas del 'Toconao'. Son bolas desgastadas por la erosión que han perdido su forma redondeada. Se trata de pequeñas esferas más mates y oscuras, que muestran en sus tonos amarillentos, marrones o verdosos los efectos de la degradación producida por el agua y el sol. Son materiales que han perdido el brillo del plástico, que es el que mostrarán los pélets del vertido frente a la costa portuguesa cuando acaben llegando hasta nuestras costas.
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