«Niños, ¿tenéis ganas de hacer pipí?». Paco Marí / Foto Marín
La calle de la memoria

1975 | Los siete «espectáculos bochornosos»

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Martes, 23 de septiembre 2025, 07:02

A usted le parece que es un «espectáculo bochornoso» lavarse con jabón en las duchas de las playas? Hacemos un poco de trampa al elegir ... un supuesto quizás menos avergonzante que otros más claros. En todo caso, lo que es considerado incívico o inadmisible va evolucionando ligeramente a lo largo las décadas.

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Retrocediendo cincuenta años, nos encontramos en DV con una carta firmada por «Unos donostiarras» cuya identidad no era identificada. Aquellos indignados y afilados lectores repasaban hasta siete «espectáculos bochornosos» que detectaban en la vida donostiarra. Volvemos a leer aquella irregular y a veces sorprendente lista para recordar lo que en 1975 se entendía como incívico y fijarnos en qué aspectos hemos avanzado y cuáles no.

Numerados de 1 a 7, estos eran los espectáculos cotidianos que les abochornaban medio siglo atrás...

1. «Llevar a la playa (o a los bancos de los paseos) cazuelas (macarroni, etc.), sabiendo los que viajan y leen los letreros que en las playas (y poblaciones) del vecino país están absolutamente prohibidos los pic-nic (comidas), los transistores y los perros». La molesta ocupación de las playas, más con música que con comida, sigue presente cincuenta años después.

2. «Dejar hacer aguas menores (y mayores) a los pequeños, en las playas y las aceras, sublevándose las mamás a la menor indicación correcta».

3. «Consentir gustosas las íd. el berreo estentóreo de los críos, sus groserías, etc., riñéndoles a gritos, en cambio, por naderías soportables». Ay, esas criaturas adorables... hasta que dejan de serlo.

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4. «Jabonarse en las duchas de las playas».

5. «Echar todos los papeles, pipas y residuos al suelo, al lado mismo de los cestos». Sigue pasando, pero es que a veces es porque las papeleras están rebosantes.

6. Pedían «vigilancia por la Diputación y Ayuntamientos, de los lugares de pic-nic en el campo y carreteras (...) con señalizaciones y multas en evitación de los repelentes basureros de estos sitios».

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Cortesía francesa

7. También solicitaban directamente del Ayuntamiento «vigilar las excesivas velocidades y ruidos estrepitosos de autos y motos (hasta por caminos de peatones de Ulía circulan vehículos)».

¿Puede ser que en 2025 ya nos hayamos acostumbrado a la ruidera del tráfico?

Los lectores de la carta terminaban indicando que a todos corresponde enseñar urbanidad y que «ya que tenemos cerca la frontera, los que llevan las riendas de la ciudad tendrían ocasión fácil de anotar las normas de convivencia que se observan en Anglet, Bayona, etc, pues aún somos muchos los que consideramos la cortesía y buenas formas como condición sine qua non para poder convivir como personas». A afrancesarse tocan.

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