1946 | Campeonato del mundo de fuerza
El polaco Joe Carson y el vasco Javier Echaniz se enfrentaron para lograr el título mundial de «fuerza bruta»
El mes de agosto del año 1946 seguía su curso, siempre atentos a las noticias que se generaban en una ciudad en la que, veraneando ... todo el Gobierno en ella, era foco de atención. No extrañaron las palabras de Ibáñez Martín, ministro de Educación Nacional, cuando dijo que San Sebastián era «un maravilloso conjunto donde se armonizaban las bellezas naturales con la excelente y cuidada vida municipal, que la han convertido en la primera ciudad de veraneo del mundo».
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Al escuchar estos comentarios, el alcalde, Rafael Lataillade, no perdió la ocasión para hablar de los próximos proyectos del Ayuntamiento: construcción de un espigón y una carretera que bordearían el monte Ulía desde Pasajes, quedando una maravillosa cornisa que se remataría con la urbanización de 50 magníficas villas que se construirían en el barrio de Sagüés, una vez derribado el Matadero, y el nuevo ensanche de Amara que contaría con «espléndidas casas, no para millonarios pero tampoco para indigentes, porque hay que tener pisos abundantes para que las alquilen las familias que vienen a veranear».
No faltaron protestas por parte de quienes, debido a la falta de viviendas, no querían que hubiera tantas familias forasteras con pisos cerrados el resto del año, pero el alcalde les rebatía diciendo que «el que haya muchísimas familias que tengan aquí su piso todo el año asegura que les veremos venir cada verano».
Proyecto para, derribado el Matadero, construir cincuenta magníficas villas en el barrio de Sagüés
Tanta bonanza «touristica» no era ratificada, según encuesta publicada en el El Diario Vasco, por algunos profesionales del motor. En el Garaje Continental se decía que «tenemos los mismos coches que en años anteriores, pero ha bajado mucho el número de días que permanecen en los garajes», cuyo precio era de 8 pesetas por noche los automóviles tipo 'Topolino' y de 10 ó 12 los más grandes.
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Desde el Garaje Hispano Suiza comentaban que «han venido menos coches que otros años, pero más soberbios y espléndidos. Los mejores son los de Madrid, seguidos de los de Aragón y Cataluña», y en el Garaje Garnier aseguraban que «los coches que vienen ahora son verdaderas fortunas en la carretera. La mayoría marcas americanas e inglesas, pero como son más grandes entran menos unidades en cada garaje».
Los del Garaje Leal creían había aumentado la clientela de Madrid, Aragón, Logroño y Vitoria y los del Garaje Sarasti que «es un verano flojo con coches grandes y soberbios que pertenecen al personal diplomático», tesis apoyada por el Garaje Stinus: «Casi han desaparecido los coches pequeños que utilizaban las familias con cuatro o cinco plazas, para ser sustituidos por los suntuosos que llaman la atención por su riqueza».
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Quienes vivían la realidad de la calle eran los 48 (60 en verano) limpiabotas que había en la ciudad, cobrando 1,30 pesetas por servicio mientras se quejaban de que, aunque tuvieran los zapatos sucios, las mujeres nunca acudían a ellos en tanto que los hombres no concebían ir a los toros sin limpiárselos, lo que les daba mucho trabajo.
En otro orden de cosas, aunque Abrego I, Salsamendi III, Atano III y Gallastegui acaparaban la atención del mundo pelotazale en los frontones donostiarras, lo que tal día como el de hoy, 24 de agosto… de 1946, interesaba al personal era el Campeonato del Mundo de Fuerza, anunciado en el Frontón Gros.
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El polaco Joe Carson, de 70 kilos, se enfrentaba al vasco Javier Echaniz, de 100, que ostentaba el título. Las exhibiciones de uno y otro fueron asombrosas, tanto cuando tuvieron que levantar piedras o una barrica llega de agua que pesaba 780 kilos o clavar clavos con el puño.
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