Casi medio centenar de rutas escolares están sin cubrir a dos semanas del inicio del curso

La falta de acuerdo entre el sector del transporte y el Gobierno Vasco por las tarifas ofrecidas para adjudicar las rutas escolares vuelve a sucederse por tercer verano consecutivo, un asunto que ha llegado hasta la Fiscalía. El año pasado el departamento vasco de Educación anunció que llevaría al ministerio fiscal a las empresas de transporte de Bizkaia y Araba ante la sospecha de que pudieran estar coordinando acciones para alterar el precio del servicio y que ahora la Autoridad Vasca de la Competencia considera acreditado, a falta del informe definitivo.

Mientras, un porcentaje de rutas han quedado pendientes en Gipuzkoa, y las razones vuelven a ser las mismas un año más. La principal, las tarifas, que no son «rentables», según exponen empresas del sector. Así, las condiciones económicas de las licitaciones aprobadas por el Departamento de Educación no se ajustan a los gastos que supone «el vehículo, el conductor, el seguro, el gasoil, los neumáticos, las reparaciones... ¿qué operador va a trabajar por debajo de costes? Es imposible», exponen desde Direbús, una de las asociaciones del sector.

Hace dos cursos se vivió una vuelta a las aulas un tanto caótica antes de alcanzar un acuerdo 'in extremis' a solo unas horas del arranque de las clases, con la subida del 24,1% de las tarifas. La medida dejó entonces satisfechos a los empresarios, quienes se llevaron una «sorpresa» el siguiente curso al descubrir que se trataba de «una medida temporal» y no «algo estable» como pensaban. «Esas condiciones no se mantuvieron, fue solo un curso», apunta a este periódico Juan Manuel Sierra, director de relaciones institucionales de Direbús. Y «con el crecimiento de costes, si no hay productividad, por mínima que sea, es inviable. Las empresas no son ONG y la mayoría son pequeñas y medianas empresas. Pasamos una pandemia, estuvimos curso y medio sin ingresos... Lo que se pide es sentido común a la hora de buscar rentabilidad a un servicio que es esencial. Y todas esas subidas que el sector ha experimentado –en las primas de los seguros por el aumento de la siniestralidad o las subidas del neumático– no aparecen en el Oteus (el Observatorio de Transporte de Euskadi, una herramienta de referencia para valorar los costes)».

Lo cierto es que esta situación afecta de lleno a las familias, que son las principales perjudicadas «y a veces se encuentran con que llega septiembre y no saben si va a haber transporte escolar y es el centro el que tiene que dar la cara, cuando es algo que realmente se podría solventar de una manera bien sencilla», apunta Sierra, que considera que la Administración «no solo debe cuidar ese servicio esencial, sino también al operador».

Además de los precios de las tarifas, que consideran «muy bajos», otra de las razones por las que varias rutas escolares han quedado desiertas responde a los «errores» que se producen en los pliegos de condiciones al confeccionar las fichas de los itinerarios. Varias empresas de transporte guipuzcoanas explican a este periódico que «se suelen producir equivocaciones en los pliegos y puede que te presentes para 10 servicios (o salidas) de una determinada ruta –van de 2 a 10 dependiendo de si los alumnos tienen o no comedor, doble entrada de mañana y tarde...– y después quizá sean menos servicios que lo acordado porque ha habido una equivocación».

Estas mismas fuentes comentan que «las rutas de dos servicios son las que suelen quedar desiertas porque no sale a cuenta. Supone tener el mismo autobús asignado para todo el curso para llevar a los niños al colegio por la mañana y recogerles por la tarde, sin poder cambiarlo. Esto es, en las condiciones hay que asignar un vehículo principal (más otro de reserva por si se avería), lo que no te permite 'jugar' con el resto de la flota. Supone hipotecar un vehículo». Por todo ello piden «que se nos escuche. Son pequeñas cosas que podrían hacer todo más fácil. Todos queremos trabajar. Hemos intentado hablar con el Gobierno Vasco miles de veces, pero no nos escuchan», reclaman.

¿Qué va a ocurrir con las rutas sin cubrir? Para no dejar sin servicio a las familias que hacen uso del autobús escolar, el curso pasado Educación se comprometió a ofrecer el servicio de manera interina hasta volver a licitar dichas rutas y adjudicar un operador definitivo. Si bien en Gipuzkoa el 98% de las rutas quedaron cubiertas, en Bizkaia todas quedaron desiertas y en el caso de Araba, solo el 17% estaban aseguradas. Ante estos hechos, Educación llevó a la Fiscalía a empresas de transporte escolar de estos dos territorios ante la sospecha de que pudieran estar coordinando acciones para alterar el precio del servicio. Asimismo, el departamento aprobó una 'orden de ejecución forzosa' para obligar a cubrir las rutas escolares desiertas. Recientemente, la Autoridad Vasca de la Competencia ha considerado acreditado, a falta de un informe definitivo, que 45 empresas –la mayoría, vizcaínas– «coaccionaron» al Gobierno Vasco mediante un «acuerdo de boicot entre competidores» para «obligar» a la Administración a cambiar las condiciones de la prestación del servicio.