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Una voluntaria de DYA protegida con una mascarilla buena entrega una higiénica a una pasajera en un autobús Arizmendi

Ni nos aíslan ni impiden que contagiemos

Osakidetza avisa de que las mascarillas higiénicas no son un elemento de plena seguridad y llama a seguir lavándose las manos y mantener las distancias

Miguel Ángel Mata

San Sebastián

Miércoles, 15 de abril 2020, 06:03

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Si nos aíslan ni impiden que contagiemos a otros». La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, no pudo ser más clara al referirse a las mascarillas que se están repartiendo entre ayer y hoy para que sean usadas por los ciudadanos a partir de ahora en lugares donde se pueda producir una concentración de personas, como el transporte público. Una recomendación del Ministerio de Sanidad que ha sido contestada desde Euskadi, que entiende que estos protectores «de papel» y de un solo uso no constituyen un elemento de plena seguridad que impidan la propagación del coronavirus, y pueden provocar que los ciudadanos se confíen y relajen las medidas de prevención que han seguido hasta ahora, en especial el lavado de manos y la distancia entre personas.

Mientras en estaciones de tren, topo, autobuses y otros puntos de transporte voluntarios de DYA y Protección Civil iniciaban la distribución en Euskadi de las 494.000 mascarillas (162.000 en Gipuzkoa) facilitadas por el Gobierno central, la consejera advertía de que estos tapabocas higiénicos, no quirúrgicos, «en ningún caso sustituyen al lavado frecuente de las manos y a mantener la distancia de seguridad», prevenciones que «sí sabemos que frenan la transmisión de este virus».

Murga mostró cierto tono de preocupación ante la posibilidad de que por llevar una mascarilla la ciudadanía pueda relajarse a la hora de seguir las medidas de seguridad, sobre todo ahora que se ha dado por concluido el periodo de «hibernación» de la economía y se retoma una parte de la actividad empresarial, con la vuelta al trabajo de miles de personas. El Gobierno Vasco ve la recomendación de usarlas más como una labor de «concienciación» y un «recordatorio» de que la alerta sanitaria se mantiene que como una medida de prevención efectiva.

Por ello Osakidetza hizo ayer un nuevo llamamiento a la autoprotección individual, a seguir con el lavado adecuado de manos y el mantenimiento de las distancias de seguridad se lleve o no mascarilla, porque «de cómo actuemos ahora dependerá que podamos dar los siguientes pasos en las próximas semanas» en el camino hacia una progresiva vuelta a la normalidad.

Cómo usarlas

El Servicio vasco de Salud ha editado una guía con recomendaciones sobre cuándo y cómo utilizar las mascarillas. Debido a su escasez, lo primero es limitar su uso a lugares cerrados donde sea complicado mantener una distancia de seguridad de 2 metros respecto al resto de personas.

En cuanto al cómo, es muy importante lavarse bien las manos antes y después de su uso, y no tocar la parte delantera, la más expuesta a contaminarse. En caso de contacto con esa zona, hay que limpiarse las manos. La mascarilla debe cubrir bien tanto la boca como la nariz, sin dejar espacios entre la cara y la tela. A la hora de quitársela, debe hacerse desde la sujeción de las orejas, sin tocar la parte delantera.

Aunque en teoría son de un solo uso, si se reutiliza la mascarilla debe cambiarse si está húmeda o deteriorada, y guardarse en una bolsa cerrada.

Entretanto, las farmacias de Gipuzkoa prevén recibir a finales de esta semana 200.000 mascarillas quirúrgicas y FFP2 que, según la Distribuidora Farmacéutica Guipuzcoana (DFG), «protegen más del coronavirus». Las quirúrgicas tienen tres capas y sirven «para no contagiar y limitar la propagación del virus», mientras que las FFP2, más completas, «también protegen de quien lleva los microorganismos infecciosos». Se venderán a un precio de «dos o tres euros», según el modelo.

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