¿Cómo deben utilizarse estos protectores?

Se desconocen los detalles sobre cómo será el reparto de las mascarillas higiénicas que los ciudadanos recibirán mañana en el medio de transporte que elijan para ir al trabajo, siempre que sea complicado mantener la distancia de seguridad recomendable. Pero sí se sabe cómo es este material con el que tratar de evitar el contagio del coronavirus: cubrirán la nariz, boca y barbilla; y una vez ajustada, se deberá evitar el contacto con las manos, a no ser que se hayan lavado previamente con agua y jabón o algún gel hidroalcohólico.

Algunas de las mascarillas que se distribuirán mañana no serán reutilizables y otras sí, según recoge Efe de fuentes del Ministerio de Interior. Obviamente, solo las puede utilizar una misma persona y preferiblemente una única vez, aunque puede hacerlo en varias ocasiones en el caso de que la use en periodos de tiempo muy cortos. Tras su uso, deberá desecharse. Antes de manipularla, conviene que la persona se lave las manos. A continuación, se coloca y se ajusta en la cara, se pasan las cintas de sujeción por detrás de cada una de las orejas, luego se baja la parte inferior para cubrir la barbilla y, por último, se comprueba que la posición es correcta para cumplir su misión.

Si la mascarilla está convenientemente colocada, no debería resultar molesta ni siquiera a la hora de respirar. En el caso en el que, por lo que sea, se deba reajustar, no hay que olvidar lavarse de nuevo las manos. La higiene es fundamental para mantener el Covid-19 a raya.

Aunque parezca una cuestión menor, casi hay que tener más precaución a la hora de quitársela, una vez que haya realizado su función. Lo primero, nuevamente, es el lavado de manos. En el caso de utilizar guantes protectores, hay que desprenderse de ellos tratando de no tocar la parte exterior de los mismos, y proceder a la limpieza de la palma, el dorso y los dedos.

A la hora de retirar la mascarilla, hay que evitar rozar la parte exterior de la misma, donde podría haber quedado depositada alguna partícula del virus. La gasa protectora deberá ser desechada en un recipiente específico o al menos en un contenedor provisto de una bolsa de plástico (preferiblemente con tapa y control no manual).

Para extremar el cuidado, se recomienda utilizar doble bolsa para preservar el contenido de la primera bolsa en caso de desgarro de la bolsa exterior. También se pueden tirar en los contenedores para desechos biológicos, intentado tocarlos lo mínimo posible. Por último, es primordial lavarse las manos.

Por cuestión de higiene, los profesionales sanitarios recomiendan no usar la mascarilla durante más de cuatro horas seguidas. En el supuesto de que se humedezca o deteriore el material, se aconseja sustituirlo por otro. Si no hay riesgo, se podrá retirar o dejar colgada temporalmente, para recolocarla más tarde tras el lavado de manos. Nunca deberá ponerse en la frente o bajo la barbilla para usarla después.