Margarita Martín: «El viento sur es habitual en octubre, pero también típico del clima vasco en febrero»

Quizás alguno recuerde todo lo que llovió en otoño del año pasado. Desde finales de septiembre hasta bien entrado diciembre fueron muchos los días con lluvia. Nada que ver con este año, en el que superada la primera quincena de octubre, y si no fuera porque el día está acortando, parece que el verano se resiste a despedirse. Un 'veroño' en toda regla marcado por el viento sur, «un clásico de octubre» que está dejando temperaturas elevadas, aunque no tan inusuales por estas fechas según recuerdan los registros meteorológicos.

El episodio de viento sur ha dejado, hasta este martes, una máxima de 30 grados, que se registró el domingo en la estación del Aemet en Hondarribia. Una cifra que se repite de forma recurrente, y que ha sido superaba en otros años, tal y como recuerda la meteoróloga Margarita Martín: el 2 de octubre de 1985 se midieron 33,5º en el observatorio del aeródromo. Ese mismo día, en Errenteria el mercurio alcanzó los 32º y, al día siguiente, 31.

Los días 3, 4 y 9 de octubre de 1995 se superaron los 30 grados en la estación del Añarbe, y también los días 1,2, 29 y 30. «De hecho, aquel 30 de octubre, casi en noviembre, se midieron 31º», recuerda la meteoróloga. «Estos días calurosos de viento sur han pasado siempre», añade.

En el obseratorio de Igeldo, la primera quincena de este mes ha resultado «cálida» si se analizan las series históricas de este observatorio, que datan de 1928. Si la media de los primeros quince días de octubre es de 16º, la de este 2022 alcanza los 17,3º. Más llamativo le parece a la meteoróloga el dato de precipitaciones: en quince días apenas se han recogido 21 litros por metro cuadrado, cuando de media se suelen contabilizar 70. «Está muy por debajo».

Y tampoco está previsto que llueva mucho los próximos días, que estarán marcados por el viento sur. «Alfoja algo el jueves pero el viernes se reproduce con fuerza», pronostica Martín, quien recuerda que las ráfagas de sur «suelen ser el viento dominante en octubre, soplan la mayor parte de días en el País Vasco. Aunque pueda sonar raro, «también se suelen dar en febrero y en abril», añade. «Los días de verano en pleno invierno son típicos del clima vasco y del Bearn», prosigue.

Y para muestra, algunos registros, como el del 28 de febrero de 1960, cuando en Oiartzun se midieron 30º, la misma temperatura que se registró en Mutiloa en 1990. El 27 y 28 de febrero de 1960 se superaron los 28 grados en el aeropuerto de Hondarribia y, más recientemente, el 27 de febrero de 2019 se midieron en Ategorrieta (Donostia) 28,5º y, en Ordizia, 29. El 25 de febrero de 1994 no hizo tampoco falta ninguna bufanda en Lasarte-Oria, donde se alcanzaron los 24º.

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