«¡Ama, ha llovido arena!»

No es una escena de 'Breaking Bad', ni acaba de pasearse Rafael Nadal por toda Gipuzkoa después de ganar Roland Garros. Todo el territorio ha amanecido bajo una nube anaranjada provocada por polvo en suspensión y las calzadas, terrazas y coches con una fina capa de arena que dan fe del paso de la calima. No se esperaba que la nube procedente de África dejara unas estampas tan evidentes, pero cualquiera que haya madrugado hoy en el territorio se habrá dado cuenta de que hay polvo naranja por todas las esquinas, en un episodio que durará, al menos, toda la jornada de hoy.

«¡Ama, ha llovido arena!», se mostraba sorprendido el pequeño Nico esta mañana señalando la arena en las aceras a su amá Maite. Y es que pese a que no es extraño que en ocasiones este fenómeno llegue hasta nuestro territorio, el episodio que se registra este martes es «especialmente intenso», como explica Margarita Martín, delegada de Aemet en el País Vasco.

La nube de polvo sahariano llegó ayer al sureste de la península, entrando por Murcia y dejando estampas muy similares a las que podemos contemplar hoy en toda Gipuzkoa. Coches completamente naranjas y un ambiente cargado en el que apenas se puede ver el sol. Pese a ello, las temperaturas ya escalan desde primera hora hasta los 18 grados en San Sebastián y se prevé que alcanzarán los 22 grados de máxima.

«La calima anuncia la primavera», indica Martín. Se debe una masa de baja presión que tiene como punto central el centro de la península ibérica, alrededor de Madrid. Esta baja presión circula en el sentido contrario a las agujas del reloj, y llega por el sur hasta Mauritania y por el norte hasta el golfo de Bizkaia, más o menos hasta Burdeos, según apunta la experta. En ese giro, cuando el viento del sureste llega a los países del norte de África, se levanta el polvo del Sáhara y dependiendo de la intensidad del episodio puede atravesar toda la península y viajar también hasta Euskadi para dejar estampas como la de este martes.

Este polvo del Sáhara no llega hasta aquí todos los años, pero «es un fenómeno bastante habitual. Cada tres o cuatro años lo vemos». ¿Pero hasta cuándo puede durar? Martín prevé que los cielos se tiñan de un color anaranjado, al menos, hasta el jueves. «La calima dura hasta que la barra de la baja se desplace hacia el sur. El jueves por la noche podría llegar un frente atlántico», señala, lo que causaría una debilitación del fenómeno. Pero podría volver a repetirse en las próximas jornadas. Este episodio es «muy intenso» debido a la profundidad de la presión, que «cuanto más baja, produce un viento más fuerte» y, en consecuencia, hace llegar el polvo aún más lejos. Es tan intenso que, a pesar de que en Euskadi «no hay muchos valles orientados al este», Donostia se ha despertado completamente cubierta de polvo naranja. Donde más puede afectar la calima de estos días, según Martín, es en la Llanada Alavesa y en la Sakana.

La llegada de la calima ha venido acompañada de fuertes rachas de viento tanto en zonas expuestas como en no expuestas. Así, Euskalmet ha medido rachas de hasta 100,2 kilómetros hora en Zizurkil, y de hasta 128 km/h en Orduña. Está activada la alerta amarilla por vientos hasta las 00.00 horas de esta noche.

Según apuntan desde la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, «se está produciendo un fenómeno generalizado de aumento de la concentración de partículas», que está teniendo su reflejo en las estaciones que miden la calidad del aire en las ciudades. De momento, eso sí, los datos de calidad del aire de las estaciones no están actualizados al haber una pequeña incidencia.

Es previsible, como apuntan desde Medio Ambiente, que para últimas horas del 16 de marzo los valores de concentración Partículas (PM10 y PM 2,5) se hayan normalizado.

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