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Lorea Aramburu nada más terminar los exámenes del día estaba contenta. lobo

«He escrito 8 folios, estoy contenta de cómo ha ido»

Los nervios de Lorea Aramburu son los de los 4.168 guipuzcoanos que se enfrentan hasta mañana a la Selectividad

Verónica Melo

San Sebastián

Miércoles, 9 de junio 2021, 06:38

A las siete de la mañana «sonaron las alarmas» de casa de Lorea Aramburu. Reconoce que no es de las que desayuna habitualmente, pero ... ayer «sabía que tenía que coger fuerzas». En el menú colacao y un yogurt, «no me entraba más». La noche anterior vivió un momento de agobio, «tuve un rato de histeria absoluta y me costó darle la vuelta». Así comenzaba a decir adiós a la vida en su colegio y a un curso marcado por la pandemia, con temores, restricciones y algún que otro susto.

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En la recta final a los exámenes de acceso a la Universidad (EAU) que comenzaron ayer, quedan horas de estudio, menos contacto con sus compañeras y, sobre todo, mucha prudencia para no perder esta primera convocatoria. Entre las medidas, en su familia optaron por que su hermana pequeña no estuviera en la misma casa. «Mis padres están separados y decidieron que no tuviéramos contacto físico en estos últimos 10 días, y la he echado mucho de menos».

Lorea fue soltando los nervios y los miedos a medida que iba transcurriendo la jornada. Ella, como otros 4.617 alumnos guipuzcoanos, afrontó la primera de las tres jornadas de las pruebas de selectividad. Acabará mañana después de haber hecho siete exámenes de cuyo resultado dependerá su futuro. Ella quiere ser enfermera, la nota de corte en la UPV en Donostia es de 11,67 sobre 14, y es optimista.

Antes de salir de casa comprobó una vez más que llevaba lo imprescindible: «DNI, justificante de pago de tasas, calculadora y bolis». Su ama se encargó de llevarla al campus de la UPV en Donostia. Esta es la sede tradicional de los exámenes de acceso a la Universidad, donde acuden la mayoría de los estudiantes. Pero este año Gipuzkoa ha incorporado una nueva sede para la zona del Bidasoa, Ficoba, y con éxito. La mayor parte de los alumnos procedían de Bachillerato, 4.346, y los 272 restantes era alumnado procedente de FP.

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8.00 Antes de entrar al examen hubo un rato de encuentro con las amigas.

A las 08.00 horas, Lorea había quedado con sus compañeros de Jesuitas y con los profesores que les acompañaron para guiarles. «Ha sido el momento de más revuelo, todos nerviosos, abrazos a distancia y más de una risa floja». Media hora más tarde entraba en el aulario Carlos Santamaría, les fueron llamando por orden alfabético, «sin toma de temperatura, con gel hidroalcohólico, mucha distancia y más nervios». Todavía le quedaban 45 minutos para empezar a escribir. «Un tiempo en el que tan solo podíamos mirar cómo iba entrando la gente y charlábamos con los de al lado para ir soltando nervios», cuenta.

Para cada prueba, hora y media de margen. El primer examen a las 9.15 horas era Euskera, «fácil, más de entender que de estudiar». El segundo, Historia, a las 11.30 horas. «Largo, pero accesible, he escrito ocho caras, he salido con dolor de mano, estoy contenta». Esa misma satisfacción se notó en los casi 350 estudiantes que estaban en el aulario, asegura. «Cuando nos han entregado la hoja de la prueba se ha escuchado como un suspiro de tranquilidad generalizado. Era una de las asignaturas duras de hoy».

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Previsora, Lorea había preparado unos sandwiches para comer al aire libre con sus amigas porque su último examen era a las 14.30 horas. No había mucho tiempo entre uno y otro, «ya lo habíamos planeado así, había que comer algo». Durante ese tiempo de espera optó por «no hablar de la asignatura, no quería repasar más, no podía aprender más y necesitaba desconectar un poco». Hasta entonces casi no había notado el calor que hacía en el exterior. «Dentro del gran aula se estaba muy bien, he sido consciente del buen tiempo en el rato de comer», asegura.

Al comienzo del examen de Química se ha hecho «un silencio total», era también una de las pruebas «durillas». Lorea estaba «bastante satisfecha», aunque se dio cuenta nada más salir de algunos fallos, «que me los sabía y me ha dado rabia».

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«La noche del lunes viví el momento de mayor agobio, ha ido mejor de lo que esperaba»

«Un chico se olvidó de la calculadora, menos mal que una amiga mía tenía dos y se la ha dejado»

«Llevaba sin ver a mi hermana diez días, el abrazo que nos hemos dado no lo olvidaré»

Entre las anécdotas, el par de alarmas de reloj que sonaron en las pruebas y la inquietud de un joven que se dio cuenta de que no había llevado calculadora. «Tuvo suerte, una de mis amigas había llevado dos y no dudó en dejársela. ¡Pobre! ¡Te imaginas que nadie hubiese tenido!». Para sus recuerdos personales la multitud de mensajes que le llegaban al móvil de familiares y amigos para darle ánimos: «Mi abuela ya me dijo que iba a poner unas velas».

A las 16.00 horas terminó el primer día. Cansada pero contenta. «Lo mejor, el abrazo que le he dado a mi hermana, hemos llorado al vernos de nuevo». Lo primero que hizo en casa fue darse una buena ducha, y descansar. Luego vuelta a los apuntes y los libros. Hoy tiene que hacer frente a las asignaturas más duras: Lengua y Biología, además de Matemáticas.

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Mañana terminará con Inglés a las 9 de la mañana, «ésa no me preocupa». Y cuando acabe, cree que estará tan cansada que solo «voy a querer dormir».

 

Ficoba se estrenó como sede de selectividad. de la hera

Entre el coronavirus y la Constitución de Cádiz

El primer examen fue para todos los alumnos de Lengua Vasca y Literatura, en la prueba de Euskera tenían que realizar un comentario de texto y responder a unas preguntas sobre un tema de gran actualidad y que los alumnos conocen bien, o al menos sus consecuencias, el coronavirus.

La cita con la Historia de España daba a elegir entre desarrollar un contenido histórico del siglo XX o hacer un comentario sobre un hecho del siglo XIX. La República y la Guerra Civil en Euskadi y la Constitución de Cádiz de 1812 fueron algunos de los temarios a elegir.

Por la tarde fue el turno de las asignaturas optativas: Química, Latín y Diseño, y más tarde Economía de la Empresa, Cultura Audiovisual y Geología.

Hoy la prueba arranca con una materia troncal, Lengua Castellana y Literatura. Tras un descanso será el turno de Matemáticas o Fundamentos del Arte. El día acabará con las pruebas simultáneas según la opción durante el Bachiller de Biología, Historia del Arte y Griego.

Mañana, último día, la primera cita será con Inglés, seguida de las opciones de Física, Historia de la Filosofía y otra lengua extranjera (alemán o francés). Los exámenes acabarán con Dibujo Técnico, Geografía y Artes Escénicas.

 

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