La Justicia francesa reactiva la norma que limita los pisos turísticos en Iparralde

El juzgado administrativo de Pau levantó el viernes la suspensión cautelar dictada en junio sobre la norma aprobada en marzo por la Mancomunidad del País Vasco francés que introduce en 24 localidades del otro lado de la muga el llamado 'principio de compensación'. Esto es, permitir a un propietario el alquiler vacacional de su vivienda, ya sea principal o secundaria, solo si al mismo tiempo saca para arrendamiento a largo plazo un inmueble similar y en la misma localidad.

De este modo, la norma vuelve a activarse, aunque ahora entrará en vigor el 1 de marzo de 2023, un año después que el texto original.

El motivo de este aplazamiento y de que los jueces hayan echado para atrás su decisión de hace apenas tres meses, es que tras aquel primer fallo, la Mancomunidad ha retocado la normativa atendiendo a las cuestiones que el tribunal de Pau había declarado de dudosa legalidad. Entre ellas, precisamente dar más tiempo a los propietarios a adaptarse, permitir la transformación en vivienda de locales en planta baja, o la posibilidad de adquirir 'títulos de comercialidad' (es decir, poder utilizar el local transformado en piso de un tercero para compensar).

Los jueces entienden que estas y otras modificaciones del texto original flexibilizan la normativa lo suficiente como para levantar la suspensión cautelar que pesaba sobre ella. No obstante, el fondo del asunto sigue sin resolverse en el Tribunal de Casación francés, que es el que tendrá la última palabra.

El 'principio de compensación' se aprobó el pasado 5 de marzo por amplia mayoría de los alcaldes y cargos electos de la mancomunidad. De 210 representantes, 169 votaron a favor, 8 en contra, y 33 se abstuvieron. La norma se aplica solo en los 24 municipios más tensionados, entre los que se encuentran todos los que tienen playa, la mayoría de los de segunda línea (Biriatou, Baiona, Boucau...), y varios del interior, como Villefranque o Ustaritz.

El objetivo es poner coto a una realidad que ya se ha instaurado en Iparralde en los últimos años: que los pisos turísticos se 'coman' el mercado del alquiler ordinario anual para particulares y familias y haga tremendamente difícil encontrar una vivienda para vivir a quienes no tienen capacidad de comprarla. La filosofía de este fundamento es simple:que haya al menos una vivienda en alquiler regular por cada piso turístico.

Como casi toda norma, tiene excepciones. Sí se podrá alquilar como piso turístico durante los tres meses de verano todo inmueble que durante los nueve restantes haya sido arrendado a estudiantes. Y también se podrán dedicar al alojamiento de turistas durante todo el año partes de la residencia habitual. Es el caso de apartamentos de grandes dimensiones o viviendas unifamiliares donde existe la posibilidad de habilitar un ala o planta para que sea ocupada por unidades convivenciales diferentes a las de los dueños. Este caso se explica por el hecho de que se entiende que una convivencia regular prolongada en la misma propiedad puede ocasionar problemas de convivencia o económicos (reparto de gastos).