21 días de lluvia que inundaron Gipuzkoa

Entre noviembre y diciembre de 2021 Gipuzkoa tuvo un episodio de 21 días en el que no dejó de llover, y que culminó con dos jornadas de precipitaciones que provocaron las mayores inundaciones del territorio en diez años. Los daños materiales fueron cuantiosos y afectaron a numerosas localidades y también se extendieron a Navarra, donde hubo que lamentar dos muertes a causa de las riadas. En esas tres semanas el embalse del Añarbe recogió un tercio de la precipitación media de todo un año, y las lluvias provocaron además desprendimientos importantes que bloquearon algunas importantes vías de conexión entre municipios y hasta dejaron aislado el Hospital de Mendaro durante una jornada. Un caos del que se cumple un año.

El desastre se fraguó durante días. En Gipuzkoa comenzó a llover el 21 de noviembre y lo hizo sin parar hasta el 11 de diciembre. Las inundaciones se dieron entre la tarde noche del 9 de diciembre y la madrugada del día 10. En los días anteriores, la llegada de la borrasca 'Barra' fue activando avisos por nieve, por oleaje y precipitaciones. De cara al jueves, el aviso amarillo pasó a alerta naranja. Euskadi activó el Plan Especial de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones en fase de alerta, dada la situación de los ríos y las previsiones de lluvias persistentes, y se produjeron los primeros desbordamientos de caudales, como el del río Oria en Beasain o el Bidasoa en Irun.

Ese jueves día 9 el incidente más grave fue el desprendimiento de tierra en Gabiria que afectó a las vías del tren y que dejó sin servicio a Renfe entre Beasain y Brinkola. El deslizamiento afectó a un tren de cercanías que circulaba por la vía y uno de sus vagones quedó volcado por la acumulación de lodo, piedras y ramas, si bien los 14 pasajeros que viajaban en él resultaron ilesos. Lo peor estaba aún por llegar.

Fue durante la noche. El jueves había llovido muchísimo y continuó haciéndolo el viernes. Aunque no se batieron récords de precipitación, llevaba tres semanas lloviendo sin parar y los ríos no pudieron soportar más agua. El día 10 de diciembre Gipuzkoa amaneció totalmente inundada como no se había visto desde noviembre de 2011.

Se desbordaron cuatro de los cinco ríos principales del territorio: Bidasoa, Urumea, Oria y Deba, además de numerosos afluentes. La peor parte se la llevó Mendaro. El agua obligó a cortar la carretera de acceso al pueblo, lo que dejó incomunicados a sus habitantes, así como al hospital. El nivel del Deba no dejó de subir y anegó garajes, portales y hasta colegios. Otra de las zonas más afectadas fue Irun, especialmente el barrio fronterizo de Behobia y el polígono Zaisa. Los vecinos se pasaron el día achicando el agua de comercios, garajes y viviendas, y se produjeron varios cortes de carreteras, entre ellos el de la N-121-A que une Irun y Navarra.

Las inundaciones también afectaron a San Sebastián, en concreto a la zona de Okendotegi, a Hernani, donde los campos deportivos de Landare y Zubipe volvieron a ser una piscina, y a Andoain, donde el agua cubría un metro por las calles. En ese fin de semana se registraron unos mil incidentes en todo Euskadi.

Aunque en Gipuzkoa no hubo que lamentar daños personales, la borrasca 'Barra' se cebó con la comarca del Baztan, donde dos personas perdieron la vida por el temporal. El viernes día 10 una mujer de 49 años de Sunbilla que se encontraba en el interior de su vehículo murió cuando se hundió el cobertizo de un caserío como consecuencia de un desprendimiento.

Al día siguiente se halló el cuerpo sin vida de un vecino de Elizondo de 61 años que falleció arrastrado por la corriente del Bidasoa cuando iba a trabajar a Lesaka. Tras horas de búsqueda, la furgoneta que conducía fue localizada en el río. La borrasca fue especialmente cruda en Navarra. Las imágenes de localidades como Huarte, en la que el agua marrón cubría las casas casi hasta los tejados, aún permanecen en las retinas de sus vecinos.

Las lluvias que cayeron durante tantos días también provocaron numerosos desprendimientos, aunque el más importante dejó incomunicados a los vecinos de Pasai Donibane durante dos días. La ladera se cayó sobre la carretera que une esta localidad con Lezo durante la noche del jueves, y el Puerto de Pasaia tuvo que habilitar un paso por un muelle para poder acceder a San Juan.

En Bergara, hubo que desalojar a un bloque de vecinos de la zona de Bolu por un deslizamiento que amenazaba sus casas. En Elgoibar, un desprendimiento obligó a cortar un carril en la AP-8, y se registraron pequeños deslizamientos en muchos puntos del territorio que obligaron a realizar cierres puntuales de carreteras, como la que une Tolosa y Anoeta. En Amezketa un corrimiento se llevó por delante una carretera, y en Bedaio se tuvieron que suspender las clases porque no se podía acceder al colegio.

21 días lloviendo sin parar y en algunos de ellos con intensidad dejaron un registro de 695 litros por metro cuadrado en la presa del Añarbe, es decir, un tercio de la precipitación media anual (2.062 l/m2) que se registra en el embalse. Los días de mayor precipitación de este episodio fueron el 25 de noviembre, cuando se recogieron 134,9 l/m2; del 27 al 29 de noviembre, con 168,7 l/m2; y, finalmente, del 9 al 11 de diciembre, cuando se produjeron las inundaciones, 187,2 l/m2.

El día 9 el embalse se encontraba al 81% y se cerró completamente antes de que el río Ereñozu alcanzase el nivel amarillo. Tras las inundaciones, se realizó un desembalse gradual que se prolongó hasta el 17 de diciembre. Se llegaron a desembalsar más de 39 millones de m3; es decir, el volumen equivalente a vaciar el embalse por completo.

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