Los hoteles de Gipuzkoa no ven eficaz el pase covid

En medio de todo, la cultura, que mantiene sus restricciones desde diciembre tanto en aforo como en venta de alimentos y refrescos en las salas de cine.

La directora del Hotel Londres y presidenta de la asociación Hoteles de Gipuzkoa, Elena Estomba, cuestiona la eficacia de ampliar el uso del pase covid a hoteles, alojamientos turísticos y salones de juego. «No lo entendemos», responde tajante. Cuenta que el cliente realiza el registro y sube a su habitación, sin tener mayor contacto con el resto de empleados u hospedados. Al no poder ofrecer animación turística ni actividades en sus instalaciones «no se juntan», por lo que se pregunta si «esta gente (refiriéndose al LABI) se ha hospedado en hoteles».

Ve la medida «frustrante» en un momento en el que el resto de comunidades autónomas las aligera. «Aquí nos añaden más cuando otros quitan». Considera que si el TSJPV aprueba la inclusión del pase covid «nos complica y nos perjudica más de lo que ayuda. Son todo trabas», pudiendo causar que potenciales turistas elijan otros destinos menos restrictivos. «El pasaporte no evita los contagios porque aunque estén vacunados se pueden contagiar igual. No podemos ser policías. Que obliguen a vacunar a las personas», zanja Estomba.

Aunque admite que «nos lo estábamos oliendo» y que «no es una sorpresa», el gerente del Café Irun, Iñaki Galarza, siente «un poco de hartazgo» con la situación provocada por el coronavirus. «Lo entiendo, pero tenemos ganas de volver un poco a la normalidad, por pequeña que sea. Esto nos afecta a todo, sobre todo psicológicamente y todavía nos queda por sufrir. Quiero ser lo que soy, hostelero», se sincera. Desearía que el Gobierno Vasco tuviera una «hoja de ruta» para no tener que estar esperando «siempre al LABI».

Anoche reabrió el local de 21.00 a 01.00 horas porque es un «latido» en el corazón y para que la gente «esté tranquila y a gusto» durante un tiempo, animado por la idea de volver a ver a antiguos clientes. «Llevamos tiempo que no suena la música en la sala. Cansa, pero aguantamos. A ver si estas medidas desaparecen después de Carnavales y podemos ampliar el horario y nos quitan la restricción de consumir en barra», porque si no es en mediante el ocio nocturno, «se van a juntar de todos modos».

La prórroga de las restricciones dictaminada por el Gobierno Vasco obliga a las entidades y empresas culturales a seguir manteniendo las medidas implementadas el pasado mes de diciembre. Dadas las condiciones actuales, en el sector se daba por seguro que no se iba a producir una relajación y los agentes culturales no habían previsto un escenario diferente con más oferta para el público. Así, en los recintos en los cines, teatros y salas de conciertos se mantiene el aforo reducido al 60%. En aquellos que su capacidad habitual oscila entre los 1.600 y 1.800, como es el caso del auditorio del Kursaal, la asistencia máxima se fija en la mitad, es decir, en el 50%.

La recomendación es adquirir las entradas con antelación porque al tener muchas menos butacas ofertadas, en ocasiones las funciones o proyecciones cuelgan muy pronto el 'sold out'. Esto obliga a que el consumidor planee con antelación una cita que la pandemia le puede obligar a perder. Además, en todos estos espacios culturales es obligatorio presentar el pasaporte covid y se pide al público que acuda con tiempo suficiente y de forma escalonada para que no se formen aglomeraciones y respetar la distancia de seguridad mientras se comprueban el documento que acredita que se tiene completa la pauta de vacunación.

Los cines son las instalaciones más afectadas por la decisión del LABI porque además de poder vender menos localidades para mantener las distancias entre los espectadores, continúa la prohibición de vender alimentos y refrescos en sus bares, una de las fuentes de ingresos más importantes para estas empresas y que fue objeto de recurso judicial.

La Justicia avaló ayer la prolongación hasta el 14 de febrero de las medidas aprobadas la última semana de diciembre. Esto es, el cierre de 1 a 6 horas de comercios, hostelería y eventos culturales y recreativos; en hostelería, la prohibición del consumo en barra y un máximo de 10 personas por mesa; la necesidad de pedir permiso para eventos culturales, sociales o deportivos cuando el aforo supere las 1.000 personas en interiores y 2.000 en exteriores; y el pasaporte Covid para restaurantes y discotecas, eventos multitudinarios en interiores, espacios multifuncionales, gimnasios y alojamientos turísticos.

Cantabria decidió poner fin el pasado día 19 a la exigencia del pasaporte Covid en los locales de hostelería, culturales, deporti vos y de ocio en los que se permite el consumo de comida o bebida. No obstante, mantiene el semáforo Covid y las restricciones adjudicadas a cada nivel de riesgo, como el cierre del ocio nocturno en el área que corresponde a la capital, Santander, y buena parte de las comunidades costeras de la comunidad.

También en Asturias ha dejado de pedirse el pase sanitario, en este caso, desde el jueves, al tiempo que en esa comunidad ha reabierto sus puertas el ocio nocturno.

La Rioja ha decidido no prorrogar las medidas extraordinarias aprobadas la última semana de diciembre, y que afectaban especialmente a los horarios de hostelería y ocio nocturno, que debían cerrar entre la 1 las 6 de la madrugada. Estos establecimientos recuperarán así su jornada habitual. Sí ha decidido extender, en cambio, la obligación del pasaporte Covid para acceder a hospitales y residencias; pubs y discotecas; restaurantes; eventos multitudinarios en espacios interiores; bingos y salones recreativos; alojamientos turísticos y gimnasios. La medida sigue activa hasta el 14 de febrero.

Cataluña ha levantado esta semana el grueso de las restricciones especiales aprobadas antes de Nochevieja, excepto el cierre del ocio nocturno, que se mantiene. Así, ya no hay limitación de horarios ni exigencia del certificado Covid donde era necesario: interior de bares y restaurantes, gimnasios y residencias. En hostelería, el número de 10 comensales como máximo por mesa o agrupación de mesas se queda en recomendación, mientras que en el ámbito cultural los asistentes a un evento deben estar sentados tanto para las actividades al aire libre como en espacios cerrados.

Mientras con la irrupción de la sexta ola la mayoría de comunidades autónomas han vuelto a aplicar medidas de prevención adicionales coincidiendo con las fiestas navideñas, algunas otras, como Madrid, no han alterado la situación que tenían en otoño, cuando la pandemia estaba en mínimos. Así, en la región de la capital del país no se han limitado el aforo ni los horarios, como tampoco se ha llegado a exigir el pasaporte Covid para acceder a determinados cerrados. En las mismas circunstancias están otras tres comunidades: Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla y León.