La calle de la memoria guipuzcoana

Oxford, Cambridge… y Orio

Pues sí, el club de remo oriotarra tiraba la casa por la ventana con la organización de unas regatas internacionales con el atractivo de ver aquí, en el río Oria, a dos emblemáticos equipos de remo universitario que hasta entonces no habían remado fuera del Reino Unido. Oxford competiría contra Orio en 1968 y al año siguiente se les unirían los de Cambridge, siempre en la modalidad de ocho con timonel.

En el primer caso saltó la sorpresa. Según publicó DV el 26 de agosto de 1968, «ante tamaño rival y teniendo en cuenta el escaso tiempo de que data en Orio la práctica de outriggers, se había generalizado la actitud de contentarse con una derrota mínima. Pero a la hora de la verdad y por encima de los pronósticos, el poder de los remeros oriotarras hizo que su famosísimo competidor de Oxford tuviera que resignarse a una clara derrota a pesar de sus máximos esfuerzos por acortar distancias. Los tiempos invertidos fueron de 5'33'' para Orio y de 5'41'' para Oxford».

«Los aplausos, gritos y sirenas formaban un compacto ruido ensordecedor como muestra del desbordante entusiasmo reinante. Los tripulantes de ambas embarcaciones se saludaron en cordial camaradería, luciendo en seguida los ingleses la 'chapela amarilla' colocada en sus cabezas por sus rivales guipuzcoanos».

Que Orio ganara a Oxford fue una gesta, pero la crónica de aquel día también destacaba una segunda hazaña, realizada por «el joven oriotarra José Luis Corta» (sí, el famoso Korta), que «venció holgadamente» en la modalidad de 'skiff' al alemán Peter Karres.

Al año siguiente, en la segunda edición de aquellas regatas internacionales organizadas por el Club de Remo Olímpico de Orio, no hubo tanta suerte, aunque los amarillos ofrecieran un buen nivel. El 19 de agosto de 1969 titularon en EL DIARIO VASCO: «Disputadísima regata: Apretado triunfo de Cambridge sobre Orio». Aquella vez no fue una regata a dos sino a tres, con Oxford y Cambridge, además de los anfitriones de Orio. Eran otros tiempos y las tripulaciones británicas no trajeron sus embarcaciones. Orio prestó una a Cambridge y del club Ur-Kirolak procedió la empleada por Oxford.

En aquella segunda edición de 1969, el pronóstico estaba abierto: «Unos, aquilatando mucho, dan la victoria, aunque justa, a los 'ocho' de Orio; otros no se atreven a tanto y esperan con ganas que esta tarde se resuelva la incógnita y se ganen o pierdan multitud de apuestas».

El día de la prueba de 'outriggers a ocho', la desembocadura del Oria estaba al pil-pil. En DV contaron que «por la mañana se habían agotado todas las 'txapelas' amarillas». Era el acontecimiento del verano guipuzcoano, del que muchos estuvieron pendientes, en persona o bien por la 'tele', puesto que TVE transmitió la prueba por Eurovisión.

¿Qué ocurrió? «El transcurso de los dos mil metros confirmó superando las expectativas de los más exigentes. Lucha entre las tres tripulaciones pero en especial entre Cambridge y Orio, que ya desde los primeros metros del recorrido marchaban en posición privilegiada (…). Maravilloso espectáculo incluso para los no aficionados, pues las embarcaciones no se separaron demasiado en el transcurso del recorrido». Al final, Cambridge sacó a Orio casi cinco segundos de ventaja. «Los aplausos fueron muchos, tantos, o casi tantos, como si hubiera entrado el equipo favorito».