La calle de la memoria guipuzcoana

La gloria de 'medio hombre'

Discursos enfáticos hacia Blas de Lezo en el homenaje que se le tributó hace setenta años en Pasaia

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Miércoles, 12 de noviembre 2025, 00:05

El comandante Blas de Lezo, nacido en Pasaia en 1689 y fallecido en 1741 en Cartagena de Indias, fue el prototipo de aguerrido oficial de ... la marina española de su época. Le llamaban 'medio hombre' porque para cuando cumplió los 25 años ya era cojo, manco y tuerto, a consecuencia de sucesivos percances en batallas de la Guerra de Sucesión.

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El halo heroico de Lezo era muy del gusto del franquismo, que ensalzó su figura. Por ejemplo, mediante un acto de homenaje, con muchas autoridades y muchos discursos, que se celebró hace setenta años en la tenencia de alcaldía de Pasai San Pedro, en coordinación con otro tributo organizado en Cartagena de Indias (Colombia).

El tema apareció en la primera página de DV el 12 de noviembre de 1955, con un texto que continuaba en páginas interiores…

Parte superior de la primera página de EL DIARIO VASCO el 12-XI-1955.

El texto empezaba con el aire triunfalista y enfático de la época…

«Ayer, en Pasajes de San Pedro, se tributó un emotivo homenaje a la memoria del glorioso marino Blas de Lezo, hijo ilustre de la citada villa, modelo de virtudes heroicas, que defendió el honor de España en Cartagena de Indias, dando su sangre y su vida por la Patria».

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«Ilustre marino»

El acto de Pasaia contó con la plana mayor del régimen en Gipuzkoa: el obispo Jaime Font Andreu, el gobernador civil Tomás Garicano, el presidente de la Diputación, José María Caballero, los alcaldes de Pasajes, San Sebastián, Fuenterrabía y Rentería, «el gobernador militar accidental, coronel don Fernando Campos López-Montenegro», y otras autoridades.

La crónica de DV sintetizaba los discursos institucionales. Así, el alcalde pasaitarra, Andrés Aramendi, «manifestó la íntima satisfacción que sentía por dedicar este homenaje a Blas de Lezo, que adquiere carácter universal, e hizo una magnífica descripción de la personalidad del ilustre marino, exaltando su espíritu de sacrificio y de servicio a España».

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«Espíritu imperial»

Por su parte, José María Caballero Arzuaga, presidente de la Diputación, en aquel acto de 1955, «puso de manifiesto el orgullo que sentía como guipuzcoano al exaltar el valor de sus hijos, que tanto han contribuido al engrandecimiento de España a lo largo de muchos siglos».

El último discurso fue el del gobernador civil Tomás Garicano, quien en el mismo tono «puso de relieve la aportación de Guipúzcoa a la obra inmensa de la Hispanidad, exaltando la figura de Blas de Lezo, fiel trasunto del espíritu imperial».

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El periódico publicó resúmenes de los discursos hace setenta años.

Aquel 11 de noviembre de 1955, Garicano descubrió entre aplausos una lápida en la casa natal de Blas de Lezo.

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