La protección de las aves frena el segundo parque eólico de Statkraft en Gipuzkoa

En lo que respecta a Piaspe, que contempla la instalación de cinco aerogeneradores y 33 MW de potencia instalada, el departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad liderado por Mikel Jauregi argumenta en su informe que el proyecto es «ambientalmente inviable», ya que implicaría un «alto riesgo de colisión» para aves y murciélagos protegidos –se citan entre otros la paloma torcaz, el buitre leonado o el milano real–, así como un impacto severo en el paisaje y en la conectividad ecológica del entorno.

La decisión llega tras una larga tramitación en la que administraciones, asociaciones ecologistas y particulares presentaron alegaciones. Los estudios oficiales señalan que el emplazamiento se encuentra en una zona de «alta sensibilidad ambiental», rodeada por tres Zonas Especiales de Conservación de la Red Natura 2000: Izarraitz, Hernio-Gazume y Pagoeta. El informe subraya la «alta densidad de territorios de nidificación, colonias y dormideros» de estas especies en un radio de siete kilómetros, así como su frecuente paso por el cordal de Sañu y Arauntza, donde se iban a erigir los cinco aerogeneradores. Datos de seguimiento con GPS aportados por la Diputación Foral de Gipuzkoa confirman que «las aves atraviesan habitualmente la alineación proyectada», contradiciendo la versión del promotor que minimizaba este riesgo.

La resolución critica que las medidas propuestas por la empresa, como los sistemas automáticos de detección y parada de turbinas, «no ofrecen garantías suficientes» de eficacia. Tampoco se concreta su tecnología, número o ubicación. En el caso de los quirópteros, las restricciones estacionales de funcionamiento «no permiten descartar» la posibilidad de tasas de mortalidad capaces de provocar declives poblacionales.

El impacto paisajístico también ha pesado en la decisión. El parque sería visible desde numerosos núcleos, cimas y rutas de especial interés paisajístico, vulnerando —a juicio de varios ayuntamientos— el Plan Territorial Parcial de Urola Kosta. La Administración admite que la intrusión visual podría «superar un umbral aceptable».

Ante todo ello, el Gobierno Vasco en su declaración concluye que, «incluso con la aplicación de medidas preventivas, correctoras y compensatorias», no se pueden evitar impactos críticos sobre fauna, hábitats, paisaje y conectividad, por lo que, aplicando el principio de precaución, formula una declaración de impacto ambiental desfavorable.