«Huimos de Gaza y ahora queremos volver»
La comunidad palestina recibe con «esperanza y miedo» a la vez el proceso de paz tras dos años de guerra, en la que han perdido a amigos y a familiares, lamentan Ahmed, Tamer, Sara y Mohamed
Huimos de Gaza y a todos nos gustaría volver», es lo que admiten varios miembros de la comunidad palestina en Gipuzkoa de todas las edades, que se vieron obligados a salir de su territorio y que ahora viven «con esperanza y alivio, pero también miedo», el acuerdo de paz firmado el pasado jueves, en el que se promete el alto al fuego en Gaza y la liberación de rehenes.
Ahmed Haddad Sol Band
«Nos gustaría volver a ver a nuestra familia en Gaza»
«No tengo patria a la cual volver», «me gustaría por fin ser libre» y hasta la popular canción 'Txoria txori' en euskera. Ahmed Haddad, el joven de 29 años y miembro de la banda palestina 'Sol Band', cantaba en árabe y en euskera con pasión, aunque con cierta cara de cansancio junto a Noor Abunamus dentro del teatro Leidor de Tolosa.
Ahmed y Noor se casaron en Gaza hace poco más de un año. «Desafortunadamente, no pudimos celebrar la boda, firmamos y después huimos a Turquía, desde donde pedimos asilo», relatan sobre el largo proceso. «Llegamos a Euskadi hace apenas 24 días», cuenta la pareja con cierta emoción de encontrarse «por fin» en un lugar seguro en el que poder «empezar a vivir». Eso sí, extrañan mucho a sus familiares y hablan con ellos casi todos los días. «Es muy triste porque en las llamadas oímos las bombas que caen a lo lejos. Las casas de nuestros tíos y abuelos ya no existen», lamentan.
«Nosotros hemos sido afortunados porque huimos a tiempo, pero varios de los miembros de la banda salieron tan solo una hora antes de que sus casas fueran bombardeadas y algunos han perdido a varios familiares y amigos», cuentan los miembros de la banda creada en el año 2012 y que se encuentra de gira por varias localidades de Euskadi.
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Sobre el nuevo acuerdo de paz dicen sentir cierto «recelo, pero también alivio por sus familiares, porque podrán estar más tranquilos». Aunque admiten que les gustaría volver a verlos, «es complicado regresar, porque todo ha sido destruido».
Tamer y Sara Birawi Tolosa
«La paz va a llegar cuando se cambie de mentalidad»
El palestino Tamer Birawi también quiso asistir al concierto de la banda en Tolosa, pero no lo hizo solo, sino junto a Sara, una de sus tres hijas. Tamer procede de una ciudad dentro de Cisjordania, el mayor de los dos territorios palestinos. Aunque vive desde hace más de treinta años en Tolosa, en donde ha formado una familia que habla euskera y árabe.
«Siempre he tratado de reivindicar la causa palestina, pero estos últimos años ha sido cuando más he tenido que hacerlo», relata Birawi, quien imparte clases de árabe y que es miembro de la asociación 'Amigos de Palestina'. «Durante los últimos meses he salido casi todos los días en bicicleta con un altavoz que reproducía los sonidos de las bombas y de los gritos de horror de los palestinos. He de decir que me sorprendió como la gente se solidarizaba conmigo. Me hacían gestos con la mano y otros incluso aplaudían cuando pasaba», cuenta emocionado.
Tamer se encontraba junto a Sara, una de sus tres hijas, que llevaba consigo un colgante de Palestina. «Desde pequeña mis padres nos habían hablado del conflicto palestino, pero no fue hasta que fui a Israel con 9 años que me di cuenta de lo que era», relata la joven de 27 años sobre un viaje que la marcó. «En el aeropuerto vieron en mi pasaporte que mi apellido era palestino y me dijeron que ese lugar no existía, fue un 'shock' para mí», recuerda.
Aún así, la joven volvió a la zona en 2023 para visitar a sus familiares. Tras el estallido del conflicto, narra que se ha visto obligada a explicarle detenidamente a parte de su cuadrilla lo que estaba ocurriendo. «Mucha gente se ha solidarizado con el pueblo palestino. Ha sido increíble ver tanto apoyo», dice coincidiendo con su padre, que reivindica que «en estos últimos años ha podido verse la humanidad y la solidaridad de las personas con Palestina, pero que sobre el reciente acuerdo de paz se muestra más escéptico, ya que, según él, «la paz solamente va a llegar cuando se cambie de mentalidad y ningún pueblo se sienta superior al otro».
Mohamed Farajallah Activista
«Los palestinos han salido a celebrar, pero con miedo»
Mohamed nació en Hebrón hace ya 39 años, una localidad situada en Cisjordania, y una de las ciudades más antiguas de Oriente Próximo. Se crió entre bombas junto a sus ocho hermanos y varios de sus primos, algunos de los cuales ha visto fallecer. «La vida allí era una guerra callejera. Salías de casa y las probabilidades de volver eran de un 50%», confiesa.
Fue en el año 2014 cuando Mohamed conoció a una chica de Amorebieta y se instaló en la localidad vasca. «Lo que más me sorprendió al llegar fue ver que la gente estaba tranquila caminando por la calle y vivía su vida sin preocupaciones. Pensaban en viajar y en otras inquietudes sobre las que no puedes pensar si estas en constante estado de alerta y de incertidumbre», explica.
«La anécdota que tengo más marcada es de un día que iba caminando y pasó un helicóptero por encima de mí. Me asusté porque estaba acostumbrado a que los helicópteros fueran solo militares, pero resulta que era un helicóptero de Osakidetza», fue mi pareja de ese momento quien me tranquilizó», añade Mohammed, que ahora es activista.
«Llegas aquí y quieres empezar a vivir. No quería hablar del tema porque lo quería olvidar, pero al cabo de un tiempo me di cuenta de que era necesario hablar de Palestina, porque aunque esté lejos, sigo siendo palestino y toda mi familia todavía se encuentra ahí. En los últimos años he viajado varias veces para visitarlos y aunque ahora están felices y celebrando, porque durante un tiempo van a tener comida y estarán a salvo, sé que en el fondo siguen con miedo, porque durante más de cuatro generaciones han vivido con él».