El futuro del histórico observatorio meteorológico de Igeldo, en entredicho
Meteorólogos inician una recogida de firmas ante la supresión de las mediciones nocturnas en la infraestructura, percibida como antesala de un final irreversible
El Observatorio Meteorológico de Igeldo ha modificado en los últimos días su histórica rutina de mediciones para pasar a funcionar con registros de intervalos de ... tiempo más distanciados. Concretamente, la frecuencia de tres horas se ha detenido en la franja nocturna, lo cual ha sido duramente criticado por un grupo de meteorólogos que han puesto incluso en marcha una campaña de recogida de firmas en la plataforma change.org para pedir la vuelta al funcionamiento anterior. Temen, además, que este recorte sea el paso previo a otras medidas encaminadas al cierre de una infraestructura inaugurada en 1905. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), titular de la instalación, niega esta intencionalidad.
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Bajo el lema de «salvemos el observatorio de Igeldo», este grupo pretende «evitar un cambio irreversible que afectaría a las futuras generaciones de meteorólogos y climatólogos y a toda la humanidad». Denuncian que el nuevo delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Euskadi está impulsando una nueva propuesta que «podría cambiar para siempre la forma en que se lleva a cabo la observación». Censuran, de entrada, que se hayan eliminado 12 horas de mediciones.
La secuencia histórica de parámetros meteorológicos detectados cada tres horas día y noche se detuvo hace una semana, concretamente el pasado miércoles 8 de octubre. A las 18.00 horas de esa jornada, un profesional obtuvo los datos del momento y los mismos quedaron plasmados en su correspondiente registro. Sin embargo, el siguiente conjunto de indicadores que se pudo añadir a la serie no llegó a las 21.00 horas, como sucedería en la concatenación habitual, sino a las 6.00 de la mañana del jueves 9. Este grupo de meteorólogos denuncian que «se busca tanto la automatización completa como la reducción de personal, lo cual podría significar el cierre total y la pérdida irremediable de este gran recurso meteorológico».
Estudiar tendencias
El factor humano ha sido clave tradicionalmente en la observación de los datos meteorológicos en la instalación de Igeldo, dotada con un termógrafo, pluviómetros, un evaporímetro piché, los pluviógrafos y los anemocinemógrafos entre otros artilugios, pero siempre con la supervisión y la precisión de un técnico profesional que no falla a su cita horaria para proporcionar una privilegiada serie válida para estudiar tendencias.
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El observatorio de Igeldo se inauguró en 1905 por el afán de personas entregadas a las tareas de observación en calidad de meteorólogos pronosticadores con el fin de servir a los trabajadores del mar. El impulso definitivo se le atribuye al Padre Juan Miguel Orcologa Legarra, vicario de Zarautz. Perteneció a la Diputación Foral de Gipuzkoa en sus años iniciales y en 1940 se integró en el Servicio Meteorológico Español. Cuentan los libros de historia que Orcolaga informó con un día de antelación sobre la galerna del 12 de agosto de 1912, que causó unos 140 muertos.
Se da la circunstancia de que este mismo año, en marzo, el Gobierno Vasco anunció el traspaso de varias competencias, entre ellas algunas referidas al ámbito de la meteorología. La portavoz del Ejecutivo de Gasteiz y consejera de Gobernanza, Maria Ubarretxena, señaló entonces que «Euskalmet emitirá las alertas con relación a la afección real que puedan tener los fenómenos meteorológicos en cada uno de los municipios o comarcas en base a sus variables orográficas o urbanísticas y el Plan General de Seguridad de Euskadi», a lo que añadió que «Euskadi formará parte del Observatorio Histórico de Igeldo y volverá a ser partícipe de este centro centenario que se dedica a la observación meteorológica, así como a la observación fenológica».
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Preguntadas por la sospecha de este grupo de meteorólogos, fuentes gubernamentales señalaron ayer no tener constancia de ninguna intención de cierre del observatorio. El acuerdo de meteorología entre Gobiernos central y vasco tiene una vinculación directa con las políticas de prevención de catástrofes naturales y lucha contra el cambio climático. En virtud del mismo, Euskadi tiene acceso en tiempo real a todos los datos de las infraestructuras meteorológicas de la agencia estatal, así como a todos los avisos y datos meteorológicos nacionales e internacionales.
La denuncia publicada en change.org explica que «la interrupción de estas observaciones no solo pone en riesgo la integridad de una serie climatológica centenaria, sino que también representaría una pérdida cultural y científica para Euskadi y el mundo». Su tesis es contundente: «Para continuar proporcionando datos fiables y contribuyendo al estudio del clima en nuestro planeta, es esencial preservar las operaciones humanas 24 horas al día en el Observatorio de Igeldo».
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Datos del mar y de la tierra
El edificio histórico consta de una torre de observación de cuatro plantas, un edificio anexo y un pequeño espacio ajardinado posterior donde se sitúan algunas herramientas, como las casetas de medición. Lo realmente característico del lugar no es la tecnología, sino la forma en la que se trabaja, ya que se sigue utilizando el modo manual. Para calcular variables como la humedad, la temperatura o la precipitación utilizan instrumentos muy sencillos, pero la precisión y la constancia de la serie de datos arrojan conclusiones científicas valiosas.
Al componente histórico se suma que el de Igeldo es el único observatorio de España que correlaciona datos extraídos del mar y de la tierra por su privilegiada situación geográfica. En definitiva, una infraestructura con solera y resultados irrefutables cuyo futuro, según un grupo de meteorólogos, está en el aire, en contra de lo que sostienen las instituciones.
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Reconocida por las Naciones Unidas en junio del año pasado
El Observatorio Meteorológico de Igeldo fue reconocido en junio del año pasado por la OMM (Organización Meteorológica Mundial) como centro centenario meteorológico marítimo y terrestre de España, el primero delEstado y el décimo del mundo. La distinción de este órgano de las Naciones Unidas motivó la visita a la infraestructura donostiarra de la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia, y el subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique, quienes coincidieron en subrayar el «orgullo» que supone contar con tal centro y destacaron el «inmenso trabajo que se está haciendo».
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