Rober Torrón, empleado de FCC, es el encargado de retirar las 'carabelas' de la bahía. SARA SANTOS

«En dos días no hemos visto 'carabelas', pero volverán»

Rober Torrón, patrón de FCC del servicio de limpieza, es el encargado de retirar estas 'falsas medusas' de la bahía de La Concha para evitar que lleguen a las playas

Iñigo Villamía

San Sebastián

Miércoles, 10 de julio 2024, 02:00

El sol y las altas temperaturas de estos últimos días han invitado a cientos de personas a pegarse su primer chapuzón del verano en las ... diferentes playas de la costa guipuzcoana. Y es que la llegada del buen tiempo es el deseo máximo de quienes durante la época estival buscan disfrutar de los arenales del territorio, pero también de las 'carabelas portuguesas', amantes a partes iguales del calor según los expertos. Su presencia es una amenaza que acecha y sobre ellas vuelven a estar puestas todas las miradas, después de que el pasado domingo se avistasen en la bahía de La Concha los primeros ejemplares, que causaron una picadura a una mujer en el entorno de la isla Santa Clara. Por precaución, desde primera hora de la mañana se izó la bandera amarilla junto a la de las medusas en la playa del centro de Donostia y en Ondarreta.

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Sin embargo, estas 'falsas medusas' llevan dos días sin dejarse ver para alegría de todos. «Es una gran noticia, porque la gente está pudiendo disfrutar del baño y las actividades en el agua sin excesivas preocupaciones», cuenta Rober Torrón, empleado de FCC del servicio municipal de limpieza de playas. Él es, junto a su compañero Mikel, el encargado de retirar las 'carabelas' del agua para así evitar que lleguen a la playa.

El pasado domingo, la embarcación de FCC retiró ocho ejemplares de 'carabela portuguesa' en la bahía de La Concha

«Hasta la fecha hemos sacado ocho ejemplares, que no son muchos, así que esperamos que la cosa siga igual, si bien con estos organismos coloniales nunca se sabe lo que puede pasar», reconoce el patrón de la embarcación en la que se ha subido DV durante las tareas de limpieza. Torrón lleva décadas dedicado a estas labores de recogida de cualquier tipo de residuo flotante, coincidiendo con la temporada de playas –del 1 de junio al 30 de septiembre–, pero desde hace varios días sus cinco sentidos vuelven a estar puestos en detectar estas 'falsas medusas'. « Si hay, se ven muy fácil», comenta.

Otro asunto es atraparlas. «Hay que tener mucho cuidado, especialmente con los tentáculos que pueden ser larguísimos y es con lo que pican», asegura Torrón. «Por eso lo que hacemos es parar la barca y con el salabardo de mano recogerlas hasta meterlas en una caja. Eso sí, a veces se quedan los tentáculos entrelazados y, pese a estar sueltos, tenemos que saber que siguen siendo igual de peligrosos», añade. Para evitar sustos, usan guantes especiales y cuentan con todo el material necesario para su captura.

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Un ejemplar de la 'falsa medusa' aparecido en la playa de La Concha durante el verano pasado. Alejo soto

Cada día, Rober se sube a su bote a las siete de la mañana desde uno de los espigones del muelle y, de forma ininterrumpida, navega por la bahía donostiarra en un servicio que otro compañero concluye a las ocho de la tarde. La embarcación cuenta con dos salabardos, uno a cada lado, que son con los que Torrón recoge todo lo que se va encontrando a su paso. Conoce tanto la zona que le basta con levantar la vista y observar durante unos segundos para saber por dónde pueden estar en ese momento. Apenas falla. «Cuando sube la marea y encima tienen viento a favor es cuando más aparecen», explica.

Cabe recordar que estos organismos coloniales se reproducen en aguas abiertas del océano Atlántico y que, por lo general, están presentes en entornos cálidos. Por eso, es mucho más común que se dejen ver por la costa guipuzcoana acompañadas de un aumento de las temperaturas (incluidas las del agua) que cuando llueve y refresca, independientemente de que no naden y lleguen a los arenales arrastradas por la corriente.

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Protocolo

El Departamento de Salud Ambiental cuenta con un protocolo de actuación para episodios de carabelas con el objetivo de actuar en cuanto estas hagan acto de presencia. Es el mismo que el del año pasado. Desde el Ayuntamiento se asegura que no se van a instalar redes para capturarlas, ya que consideran que no es el remedio más adecuado. Las actuaciones se llevarán a cabo cuando se produzcan avistamientos y picaduras.

Cuando se detecta una 'falsa medusa', la coordinación entre la propia embarcación, los socorristas de BPXport y el Ayuntamiento de Donostia es total. «Aquí todo el mundo rema en la misma dirección», destaca Mikel Egurza, responsable de limpieza de playas de San Sebastián. «Incluso los tripulantes del barco de la isla y los propios bañistas también dan la voz de alarma si se encuentran con una 'carabela'».

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¿Dónde terminan los ejemplares capturados? Según Egurza, «al estar compuestas mayoritariamente de agua, lo que hacemos es dejarlas en los contenedores que hay junto al puerto y después se llevan a la incineradora como resto». El verano de 2023 la llegada de las 'carabelas', medusas y salpas causaron picaduras, algunas de ellas graves, que fueron atendidas por los socorristas y centros hospitalarios. Se calculó en torno a 300 los ejemplares retirados.

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