Los cuerpos de Alberto y Joaquín siguen sin aparecer tres meses después del alud de Zaldibar

El 6 de febrero, este miércoles hará tres meses, el vertedero de la empresa Verter Recycling en Zaldibar reventó y miles de toneladas de residuos cayeron ladera abajo sepultando a dos trabajadores de la instalación, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán. La considerada como peor catástrofe medioambiental en la historia de Euskadi ha pasado a un segundo plano, por no decir que ha sido dejada de lado por la actualidad, a causa del coronavirus. Sin embargo, como bien saben y sufren las familias de las dos víctimas, los dos cuerpos siguen allí, a pesar de que el operativo de búsqueda trabaja día y buena parte de la noche para dar con ellos.

El incidente ocurrió hacia las cuatro de la tarde del jueves 6 de febrero y aunque los trabajos siguen sobre la zona, la última noticia importante para las familias ha cumplido ya un mes. El pasado 6 de abril se comunicó que había sido encontrado el coche de Alberto Sololuze, lo que hizo «recuperar la esperanza», según dijo entonces una pariente de Joaquín Beltrán. La familia de este trabajador ha sido muy crítica con el Gobierno y su gestión del rescate, que ha considerado «un despropósito». Ahora «están desbordados y muy desanimados», según una fuente próxima.

El desánimo también ha hecho mella en la familia de Alberto Sololuze. «Esto está siendo muy largo y muy duro», dice su sobrina, Helene Alberdi, que remarca que «nosotros no tenemos ninguna polémica con el Gobierno Vasco. Lo más importante es que los saquen de ahí. Que sigan con la búsqueda, porque, la verdad, hasta que aparezca el cuerpo de Alberto no podremos cerrar este capítulo y tirar hacia delante».