«Elegimos que la gente muera de tristeza por no flexibilizar las medidas»

El experto en geriatría Javier Yanguas recuerda que a los usuarios de residencias «se les vende que viven en sus casas. Y en la mía decido yo qué hacer»

Macarena Tejada

San Sebastián

Jueves, 29 de julio 2021, 07:57

El experto en geriatría y director científico del programa de mayores de Fundación La Caixa Javier Yanguas lo tiene claro: «Hace falta una mirada distinta» ... para las residencias. La crisis del coronavirus ha puesto sobre la mesa el sistema de cuidados, que gira en torno a estos centros, con medidas «estrictas» desde el inicio de la pandemia. «A estas alturas en muchos países ya han flexibilizado los protocolos», dice, haciendo referencia a Alemania, Dinamarca e incluso Estados Unidos, con una cierta relajación en el régimen de visitas y salidas desde septiembre del año pasado, en alguno de los casos. «Necesitamos entender que esta situación es cuestión de derechos. Tenemos una postura excesivamente rígida y nuestras residencias, la misma que hemos tenido desde marzo del año pasado», se lamenta. «Elegimos que la gente se muera de tristeza por no ser capaces de flexibilizar las medidas. La soledad mata».

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«Hay que entender que es una cuestión de derechos»

Javier Yanguas

Experto en geriatría

Según el experto, «la atención a las personas mayores debe asumir ciertos riesgos». Los protocolos actuales, sin embargo, «no tienen sentido. Menos aún en cuestión de derechos porque a los mayores no se les deja decidir». Desde que comenzó la pandemia han estado aislados y ahora «todavía siguen con horarios delimitados y restricciones que el resto de la sociedad no tiene», como la del aislamiento obligatorio en caso de ser contacto estrecho pese a estar vacunado. «Son muchos los usuarios de residencias que ven que su tiempo que agota y viven en blanco y negro», advierte, consciente de «los males» que la situación actual causa a este colectivo, uno de los más azotados por el Covid-19. «Se supone que viven en su casa, porque así se consideran las residencias, pero no tienen los mismos derechos que las personas que sí están en sus domicilios», reflexiona.» Les vendemos que estos recursos son sus casas así que deberíamos ser consecuentes con ello. También hay personas autónomas en las residencias que quizá les gustaría invitar a un amigo o familiar a tomar un café y no pueden».

Yanguas, además, va más lejos. A su juicio, uno de los motivos por los que se ha diferenciado de este modo entre las formas de actuar en las residencias y fuera de ellas es porque «no nos creemos la autodeterminación de los mayores. Con la pandemia hemos vuelto para atrás y hemos institucionalizado lo que antes queríamos desinstitucionalizar. ¿Por qué sobreprotegemos a los mayores? Si es mi casa y vivo ahí, yo decido». La solución para retomar la normalidad en las residencias puede pasar por impartir el pasaporte Covid, «pero para beneficiar a los vacunados, no marginarlos».

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