Pablo Jarillo-Herrero, sentado ante el Palacio Miramar, durante su estancia en Donostia esta semana Sara Santos

Pablo Jarillo-Herrero

Científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts
«Las condiciones de Europa no son atractivas para el científico de EE UU»

Invitado por el DIPC, el experto en grafeno ha expuesto en Donostia las virtudes del «material más fuerte y que mejor conduce la electricidad»

Eneko P. Carrasco

San Sebastián

Domingo, 24 de agosto 2025, 00:04

Pionero del fenómeno conocido como 'twistronics' –la manipulación de propiedades electrónicas mediante el giro relativo entre capas atómicas–, Pablo Jarillo-Herrero (Valencia, 1976) ha sido ... esta semana uno de los invitados de la escuela de verano internacional organizada por el Donostia International Physics Center (DIPC). Le hacemos bajar del Instituto de Tecnología de Massachusetts a la tierra del ciudadano de a pie.

Publicidad

– ¿Cómo nos puede explicar a los legos qué es algo bidimensional?

– Es relativamente sencillo. Imagina una baraja de cartas: un objeto tridimensional que está hecho de cartas. Si coges una sola carta, es un objeto más bidimensional: tiene longitud, tiene anchura, pero casi no tiene altura. Si eso lo llevamos al extremo, y hacemos un material cuya altura es un solo átomo, es el material más fino que existe y que existirá, porque no puedes partir los átomos. Eso es bidimensional.

– ¿De qué tipo de materiales estamos hablando?

– Además del grafeno, uno que es famoso también es el nitruro de boro hexagonal, o los dicalcogenuros de metales de transición. Hay cientos de materiales que son de un solo átomo o unos poquitos átomos de altura, de grosor.

– ¿Por qué despierta tanto interés el grafeno?

– Por muchas razones: fue el primer material bidimensional que se descubrió, un material ultra fino del que hace 25 años no se sabía ni que existía. Se pensaba que era imposible aislar materiales que tuvieran un átomo de grosor. Sin embargo, dos científicos rusos trabajando en Holanda y Reino Unido fueron capaces de aislarlo. Además de la bidimensionalidad, se vio que el grafeno tenía unas propiedades mecánicas y electrónicas muy interesantes.

Publicidad

– ¿Por qué tan interesantes?

– Es el material más fuerte que existe, el que mejor conduce la electricidad. Es muy fuerte, pero al mismo tiempo muy flexible, como una sábana que cuesta estirarla. Hubo un conjunto de propiedades electrónicas, ópticas, mecánicas que eran muy inusuales, que lo hacían muy diferente, mejor en algunos aspectos a todos los otros materiales convencionales que estábamos acostumbrados a utilizar.

– ¿En qué industrias o en qué ámbitos se puede utilizar el grafeno?

– En principio, en muchos. Lo que pasa es que es un material tan distinto de todo lo que conocemos que los ingenieros y la industria todavía están un poco buscando cuál es la mejor aplicación para todas esas propiedades extraordinarias. Porque no es que el grafeno sirva necesariamente para lo mismo que sirven otros materiales, sino que en muchos casos sirve para cosas diferentes, lo que significa que tienes que inventarte también esas cosas diferentes.

Publicidad

– Alguna aplicación estará teniendo ya...

– Al ser el material muy ligero y más fuerte que existe, es de refuerzo en compuestos mecánicos de coches ya que aumenta la resistencia, la fuerza, la fatiga de estos materiales. Novak Djokovic también jugaba con una raqueta que tenía grafeno, pero creo que ganaba porque era bueno, no porque su raqueta tuviera grafeno. También puede ayudar en compuestos nanomecánicos.

– ¿Supone un valor añadido?

– Se piensa que sí, por ejemplo, en aplicaciones en electrónica, por el hecho de que conduce muy bien la electricidad a escala en dimensiones muy pequeñas. Si tú coges un metal como el cobre, conduce muy bien la electricidad. Los cables de tu casa están hechos de cobre. Pero los cables que necesitas para los transistores en ordenadores son tan, tan, tan finos que a esa escala nanométrica esos materiales ya no conducen bien la electricidad.

Publicidad

– ¿El grafeno sí?

– Claro, incluso a escalas muy pequeñas. Otro ejemplo tiene que ver con cámaras de radiación infrarroja o de radiación de terahercios para los que la tecnología actual es o muy cara o muy tóxica, o ambos. El grafeno puede detectar esa radiación, no es tóxico y es más barato que las otras tecnologías. Por eso, hay muchos prototipos y hay muchas empresas y 'startups' que están empezando a usarlo, como en sensores biológicos o sensores químicos. Aún estamos entendiendo mejor la física, la química y la ingeniería del grafeno y, sobre todo, todavía es un poco difícil generar grafeno a gran escala industrial.

– ¿Qué nos puede decir de Graphenea?

– La conozco muy bien, aunque no he visitado las instalaciones. Conozco muy bien Graphenea porque su CEO, Jesús de la Fuente vive en Cambridge, en Estados Unidos, y le tengo mucho aprecio. Es una de las empresas líderes en la producción de grafeno a nivel mundial, muy interesante. El País Vasco lo está haciendo muy bien.

Publicidad

– Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca se está hablando de un éxodo de científicos. ¿Cómo está viviendo la situación?

– Es cierto que la actual Administración de Estados Unidos es menos favorable a la Ciencia que otras anteriores, pero todavía hay mucho ruido y no se sabe cómo va a acabar la cosa. Es como con los aranceles, que un día son del 180% y, al siguiente, del 10%. Con los presupuestos para la ciencia todavía no se sabe muy bien si los van a cortar o no, o por cuánto. En ciertos ámbitos, sobre todo en temas biomédicos, o de cambio climático, está habiendo un paso atrás. Mi ámbito, el campo de las tecnologías cuánticas, de los materiales, como es más neutro políticamente y tiene que ver más con conocimiento puro y tecnología, no está sufriendo un impacto tan grande, pero aún así por reverberación nos va a afectar.

– ¿Qué consecuencias puede tener ese recorte aquí?

– Creo que es un momento interesante para Europa, para intentar captar talento, aunque preferiría que fuera por otras razones. Lo que pasa es que Europa también, y sobre todo España, se tiene que dar cuenta de que las condiciones que tiene que ofrecer tienen que ser buenas, porque hoy en día no son tan atractivas para científicos de alto nivel como en Estados Unidos. En Francia están haciendo mucho ruido con la atracción de talento, en Alemania también, en Suiza, algo en España. Sé que hay gente en Estados Unidos explorándolo, pero también ha habido muchos investigadores que me han dicho que estaban interesados, pero que cuando han analizado las condiciones han optado, de momento, por no cambiar.

Noticia Patrocinada

– ¿Hay mucha diferencia?

– Respecto a los científicos de más alto nivel, que creo que son los que deberíamos intentar atraer desde Europa, hay bastante diferencia en condiciones salariales, condiciones para investigar... Me gustaría que Europa, independientemente de la situación en Estados Unidos, entendiera mejor qué condiciones son necesarias para reclutar talento internacional, no solamente de Estados Unidos, sino de cualquier parte del mundo.

– ¿No lo entiende?

– Claro. Esto es algo que en otros ámbitos, por ejemplo en el fútbol, se entiende bien: si quieres traer a Ronaldo o a Messi tienes que ofrecer unas condiciones competitivas a nivel internacional. En otros ámbitos industriales, como la gastronomía, también tenemos restaurantes de los mejores del mundo. En el tema científico, en el tema de las universidades, por alguna razón, no está tan asumido que para reclutar talento del más alto nivel internacional tienes que ofrecer condiciones iguales o mejores que las que se ofrecen internacionalmente.

Publicidad

– ¿Igual es que se cree que la ciencia no tiene importancia?

– Pues yo creo que el desarrollo económico científico influye en materia de defensa y seguridad, que ahora están muy presentes por las noticias. ¿Por qué Estados Unidos domina tecnológicamente y militarmente el escenario mundial? Porque lleva cien años invirtiendo de manera muy fuerte en ciencia básica, en tecnología básica, y eso tiene consecuencias y resultados. Allí se dieron cuenta de que el desarrollo científico es muy bueno para instalarte como potencia militar, y también que toda la industria moderna depende de ese desarrollo científico. Las empresas más grandes del mundo que se han creado en los últimos 50 años, prácticamente todas son estadounidenses, y eso tiene que ver, en gran parte, con ese desarrollo científico y tecnológico. Creo que Europa tendría que aspirar a eso.

«El 'twist de ángulo' es una especie de piedra filosofal»

– Lleva dos décadas investigando el grafeno. ¿Qué cree que se avanzará en las próximos dos?

– En mi grupo hemos analizado que al igual que tú puedes poner las cartas de una baraja unas encima de las otras, puedes poner las capas de grafeno unas encima de las otras. Y si lo haces con un cierto ángulo de rotación entre las capa, resulta que las propiedades del grafeno cambian totalmente.

– ¿Y eso es bueno?

– Hace 7 años, en mi grupo hicimos un descubrimiento y es que si pones una capa de grafeno encima de otra y las giras a un ángulo que se llama el ángulo mágico de 1,1 grados, resulta que el grafeno se vuelve, las dos capas conjuntamente, un material superconductor y aislante. Podemos cambiar totalmente las propiedades de la materia jugando con ese ángulo. Eso ahora se conoce como twistrónica, twist de ángulo. Así que ahora no solamente podemos hacer superconductores o aislantes, sino también imanes, materiales ferroeléctricos, todos los comportamientos de la materia que existen en el universo, jugando con el ángulo de giro. Mucha gente investiga esto.

– ¿Podremos ver aplicaciones prácticas a medio plazo?

– Todo esto es muy nuevo. Si el grafeno se descubrió hace 20 años y todavía estamos entendiendo dónde lo aplicamos, el twist de ángulo se descubrió hace siete años y es aún más exótico y difícil de entender. Las aplicaciones no sé cuándo llegarán pero sí que servirán para tecnologías como la computación cuántica. A veces me dicen, en plan popular, que es como una especie de piedra filosofal. Y un poco es así porque podemos convertir el grafeno, no en cualquier tipo de material, sino de comportamiento, o de propiedades.

– ¿Cómo se lleva ser un futurible Premio Nobel?

– Intento tener los pies en el suelo. Así, si te caes, te caes de bajito. A mí me encanta que la gente piense que igual te dan el premio Nobel. ¿Que te lo dan? Pues genial. Evidentemente, me haría ilusión, sobre todo porque esto puede atraer a la gente joven a estudiar física, a investigar en general en ciencia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad