Pena de 20 años por agresión sexual y maltrato a la mujer con la que mantuvo una relación

La Audiencia de Gipuzkoa ha impuesto penas que suman veinte años y diez meses de prisión a un varón que forzó sexualmente a una mujer hasta en dos ocasiones, la maltrató de manera habitual, la amenazó y le causó lesiones diversas. El tribunal impone asimismo al procesado otras medidas, tanto de alejamiento como de libertad vigilada. La mujer ha estado representada en el proceso por la abogada Eva Ramos García.

Los hechos que son objeto de este procedimiento tienen su origen en una relación sentimental que víctima y acusado mantuvieron de manera «clandestina» durante nueve años. La resolución judicial, dictada por la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, precisa que «transcurrido el periodo inicial», el procesado empezó a someter a la mujer a diversos actos de violencia, tanto física como psíquica. De esta forma, le encerraba en el domicilio y le propinaba empujones mientras le gritaba: «no te vas de aquí».

La sentencia precisa que la relación se mantuvo incluso en un periodo en el que el acusado estuvo privado de libertad. Recuerda que durante este tiempo, la mujer le visitó en varias ocasiones y que a la salida de prisión, el acusado comenzó a mostrarse más agresivo. Le golpeaba con los puños cerrados y le dirigía expresiones como «te vas a morir», «o acabas tú con tu vida o muero yo». También le lanzó mensajes despreciativos tales como «eres una puta mierda», «no vales para nada» o «todo lo haces mal».

La resolución indica que a lo largo de la relación, la mujer, que estaba casada con otro hombre, hizo saber al procesado su deseo de poner término a aquella relación. Ante esta situación, el encausado trató de persuadirle pero ante la negativa de la víctima adoptó una actitud agresiva.

A partir del agosto de 2016, según la resolución judicial, la situación de violencia física y psíquica se incrementó. Cuando la mujer no acataba sus decisiones, el acusado amenazaba con ir a su casa y revelar a su marido la relación que mantenía.

La resolución detalla dos agresiones sexuales de las que la mujer fue víctima. Una de ellas tuvo lugar hace dos años cuando el investigado le exigió que fuera a su domicilio, donde primero le golpeó con un cinturón mientras se hallaba sentada en la taza del váter. Posteriormente, le obligó a desnudarse y la condujo a la cama donde siguió propinándole puñetazos y patadas mientras le decía que le iba sacar un cuchillo. A continuación, el varón obligó a que le realizase una felación y en los instantes posteriores mantuvo una relación sexual.

El segundo de los ataques tuvo lugar aquel mismo mes. El acusado se dirigió al domicilio de la mujer, donde empezó a tocar el timbre y le envío distintos mensajes en los que le amenazó con entrar en la casa si no descolgaba el teléfono. Por la tarde del mismo día, el acusado vio a la víctima por la calle en el interior de su coche y se montó en él. Una vez dentro, le preguntó adónde iba, tras lo cual le tiró del pelo y golpeó en la cabeza A continuación, le obligó dirigirse al domicilio, donde tras golpearle nuevamente, le puso un cuchillo jamonero en el vientre. A continuación, le agredió sexualmente tal como lo había hecho anteriormente.

La Audiencia, en una resolución dictada por Jone Unanue, presidente de la Sección Tercera; Mari Carmen Bildarratz y Jorge Juan Hoyos, impone al acusado dieciocho años de prisión por las dos agresiones sexuales, dos años más por el maltrato habitual y diez meses por el delito continuado de amenazas. La mujer renunció durante el juicio, que se celebró a puerta cerrada, a la indemnización que le pudiera corresponder.

La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Euskadi.