Concentración de apoyo a las víctimas realizada en Altza tras la detención del masajista en mayo de 2021. EP

Comienza el juicio al masajista acusado de agresión sexual a tres menores en Altza

La Fiscalía de Gipuzkoa y las tres acusaciones particulares piden penas que suman 45 años de prisión, en una vista que se desarrollará del lunes al jueves en la Audiencia

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Domingo, 14 de septiembre 2025, 00:29

El masajista del barrio donostiarra de Altza acusado de agredir sexualmente a tres chicas menores de edad comparecerá desde mañana hasta el jueves en la ... Audiencia Provincial de Gipuzkoa. En el juicio, tanto la Fiscalía de Gipuzkoa como las tres acusaciones particulares que ejercen las familias de cada una de las víctimas, solicitan para el procesado penas que suman 45 años de cárcel, 15 por cada joven. Dos de ellas tenían 13 años y la otra, 15 en el momento de los hechos, en 2021, hasta el arresto del varón el 7 de mayo. El caso generó gran indignación en su día: se celebraron concentraciones de repulsa y se hicieron pintadas en la fachada de la consulta del terapeuta.

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Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, el procesado contactó con las menores haciéndose valer de la amistad que mantenían con su hijo y la hija de su pareja. Una vez establecía contacto con ellas, se ofrecía a darles masajes «con la finalidad de aliviar la tensión, ansiedad y estrés que podían padecer». Solía dirigirse a ellas por WhatsApp y no les cobraba dinero por ser amigas de sus hijos. Además, el encausado aprovechaba la relación de estos dos con las menores para obtener información sobre las víctimas y hacerse de manera más sencilla con su confianza, hasta el punto de llegarlas a «embaucar», según sostiene el fiscal.

La Fiscalía detalla que, en esos contactos previos, el encausado supuestamente preguntaba a las chicas detalles como su talla de sujetador y si tenían el pubis depilado. Finalmente, las menores accedieron a recibir los masajes propuestos por parte del acusado bajo el pretexto de que él iba a «aliviarlas». Las citas tenían una duración de entre 30 y 40 minutos, normalmente en el gabinete que tenía en la zona de Larratxo pero alguna vez también en alguno de los domicilios de la familia.

Las chicas debían recostarse en la camilla vestidas únicamente con la parte inferior de su ropa interior. Según el fiscal, las sesiones comenzaban con un masaje por la espalda, pierna y muslos. Después, ya boca arriba, continuaban por la zona abdomen, el pecho y el pubis, para acabar con el hombre «introduciendo los dedos en las vaginas de las víctimas y con tocamientos de los pechos por debajo de la toalla, impulsado siempre por el ánimo de satisfacer sus impulsos sexuales».

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Al finalizar, de acuerdo con el relato del Ministerio Público, el varón insistía en que todo lo que hablaban por teléfono y ocurría en la consulta «quedaba entre ellos» y no lo debían contar a nadie. Sin embargo, la denuncia de las chavalas llevó al arresto del masajista, quien en el juzgado declaró que nunca tuvo «interés sexual» sobre las menores. Su señoría no decretó su entrada en prisión.

En el caso de dos de las jóvenes, la Fiscalía lo acusa de sendos delitos contra la libertad sexual de un menor de 16 años y de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal a menor de 16 años, por los que reclama 3 y 12 años de cárcel, respectivamente. Por la tercera menor, solicita 15 años de prisión por el delito continuado de agresión sexual con acceso carnal por vía vaginal.

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