De Vries Meno y sus hijas Ana y Sofía (a la derecha) posan con las tablas de surf junto a la monitora Andrea Larretxea. Lobo Altuna

«Las clases de surf se disfrutan más en familia»

Actividad en auge ·

Las escuelas de la playa Zurriola dirigen muchos de sus cursos de surf a padres e hijos que se animan a coger olas juntos

Naroa Izagirre

San Sebastián

Sábado, 30 de agosto 2025, 13:53

Entre risas, olas y llenos de arena y salitre. Así es como termina la familia holandesa Meno su clase de surf en la playa donostiarra ... de Zurriola. Son una de las muchas familias que este verano se ha animado a estrenarse en el mundo del surf o perfeccionar su técnica sobre la tabla, una actividad familiar que está en auge entre las escuelas de surf, donde cada vez más cursos se dirigen específicamente a padres e hijos que deciden lanzarse juntos a cabalgar las olas.

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De Vries Meno tiene 43 años y es un padre de familia holandés que, junto a sus hijas Ana y Sofía, ha querido disfrutar de un «agradable rato en familia». «Hemos venido de vacaciones a San Sebastián por una semana. Ya habíamos escuchado que es algo típico de aquí practicar surf. Mis hijas me han animado y aquí estamos». No es la primera vez que los Meno practican este deporte en la capital guipuzcoana, y es que «ya habíamos surfeado alguna otra vez en La Concha, pero a nuestro aire. Practicar este deporte tomando clases con una monitora es algo diferente, más profesional», añade.

Neopreno, tabla en mano y al agua. Así es como comienzan la sesión las dos pequeñas de la familia, de 12 y 14 años. «Es algo único», así es como define Ana, la mayor de las hermanas, seguir el ritmo de la ola en el mar. «Mantenerme de pie durante el transcurso de una ola es, sin duda, algo especial». «Acompañarla desde el principio hasta la orilla del mar ya es algo más complicado», bromea entre risas con su hermana. La hora de clase se les hace «muy corta» a los Meno. «El tiempo se nos ha pasado muy rápido en el agua. Supongo que tendrá que ver con lo bien que nos lo hemos pasado», declara Ana.

Más complicado

Para sorpresa de la familia, mantenerse en pie sobre las tablas fue más complicado de lo que esperaban. «La verdad que me sorprendió, pensaba que surfear sería más fácil, pero no. Hemos notado mucha diferencia de cuando hicimos surf en La Concha a esta vez en Zurriola», añade Ana entre risas, mientras mira a su hermana mayor. «Lo más gracioso es cuando la ola se va y tú te caes sobre ella. Durante la clase veía a mi padre y hermana muchas veces en el agua. Nos reíamos entre nosotros», confiesa la holandesa de 14 años. A lo que el padre responde entre risas: «He conseguido ponerme de pie en la tabla tres veces, lo suficiente para mi cuerpo».

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Contando esas veces estaba Andrea Larretxea, monitora de Pukas Surf, que acompaña a los Meno durante la hora que dura la sesión. «Este verano hemos dado clases a muchas familias como ellos, gente que ve como algo imposible surfear, pero que al final se animan y lo disfrutan mucho». Larretxea recalca, en cualquier caso, que «lo más importante es tener respeto al mar. Nunca se sabe».

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